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La Santa Alianza: EE.UU. y España por los galeones

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La Santa Alianza: EE.UU. y España por los galeones

Que la cultura es una fuerza real en las relaciones internacionales, es una verdad muy bien consolidada en un mundo culturalmente diverso. Los movimientos que reconocen la diversidad cultural han ampliado el espectro de cooperación entre pueblos y sociedades, aunque sin contribuir del todo, por sí solos, a definir un orden estable del mundo. Es decir, no pueden ser antídotos para los conflictos.

Una de las formas de cooperación cultural más conocidas en la historia es la de la Santa Alianza, un tratado personal adoptado después de las guerras napoleónicas por las monarquías de Austria, Rusia y Prusia, con el cual establecieron el cristianismo como base de las relaciones internacionales, dejando deliberadamente por fuera a las potencias no cristianas del mundo de entonces.

IMAGEN-16456273-2En un mundo caracterizado hoy por la diversidad cultural y por la importancia inusitada del patrimonio y los bienes culturales, el acuerdo diplomático-cultural entre Estados Unidos y España en materia de protección para los navíos de guerra asume la forma de una nueva Santa Alianza, que encontró su aplicación práctica en el caso del galeón Nuestra Señora de las Mercedes, ante la justicia de los Estados Unidos. Si bien no se conoce documento escrito, ese acuerdo tácito se produce en contravía de los procesos históricos, dejando por fuera al resto de países que aspiran a reclamar, frente a la historia, los vestigios de la expoliación de materias primas y metales preciosos en la época de la colonia, acaecida durante varios siglos.

Acuerdo tácito

Los Estados Unidos serán, muy probablemente, un actor más en las batallas que se aproximan por el galeón San José, además de la compañía estadounidense Sea Search Armada, que aún mantiene derechos sobre el 50 % de la carga del naufragio considerada como tesoro.

En la Declaración del 19 de enero de 2001, sobre la política para protección de los buques de guerra sumergidos, los Estados Unidos expresan que mantienen indefinidamente título sobre sus navíos de guerra sumergidos que no hayan sido abandonados en la forma que autoriza el Congreso de ese país, para lo cual invocan la cláusula de propiedad del artículo IV de la Constitución y reconocen la norma de derecho internacional sobre transferencia o abandono del buque de Estado, que deberá hacerse con base en la legislación del Estado de la bandera. Se afirma también que el título de los Estados Unidos o de un buque de Estado extranjero, dondequiera se encuentre, no se extingue por el paso del tiempo, sin importar la fecha en que dicho buque se perdió en el mar.

Si bien es comprensible el interés expresado por proteger los navíos de Estado, que encuentra validez en las normas del derecho internacional, lo que llama la atención es la afirmación en el sentido de que “los Estados Unidos utilizarán toda su autoridad para proteger y preservar los navíos de Estado sumergidos de los Estados Unidos y de otras naciones, estén localizadas en aguas de los Estados Unidos, de una nación extranjera o en aguas internacionales”.

No sería necesario un gran esfuerzo de interpretación para entender que uno de los “beneficiarios” de esa última parte de la declaración es España, país que como consecuencia de su pasado colonial y de sus enfrentamientos históricos por el imperio sobre los mares, tiene hoy un número considerable de naufragios históricos de su bandera esparcidos por el planeta.

Aplicación

Pero si llegase a existir alguna discusión sobre el alcance de esa declaración, lo que no deja ninguna duda es la ejecución práctica de la alianza entre los Estados Unidos y España, con ocasión de la controversia judicial por el galeón Nuestra Señora de las Mercedes.

Nuestra Señora de las Mercedes fue un navío de bandera española, hundido en 1804 por navíos del Reino Unido, paradójicamente en tiempos de paz entre las dos naciones. En mayo de 2007, la estadounidense Odyssey Marine Exploration trasladó desde Gibraltar hasta la Florida alrededor de 500.000 monedas (17 toneladas) en oro y plata, que según se vino a confirmar posteriormente, correspondían a ese naufragio.

El Estado español inició acciones judiciales en contra de la Odyssey, que culminaron en noviembre de 2011 con la decisión de un Tribunal de Apelaciones de Atlanta confirmando la decisión de un juez de Tampa y ordenando a la Odyssey devolver a España la carga que había sido retirada del país europeo. Algunas versiones sugieren que no fue devuelta toda la carga. En 2012, el Ministerio de Cultura español anunció que la carga recuperada del galeón iría al Museo de Arqueología Subacuática en Cartagena, lo cual se cumplió un año después.

Difícil hubiera sido la acción diplomático-judicial de España si no hubiera tenido el apoyo decidido y privilegiado de la administración Obama. En efecto, funcionarios del Departamento de Estado expresaron la posición oficial de los Estados Unidos en apoyo de los intereses de España. Según comunicado oficial, “el Ministerio de Cultura agradece el apoyo del Gobierno estadounidense, ya que éste representa el interés común de los gobiernos español y estadounidense por proteger la inmunidad soberana del pecio Nuestra Señora de las Mercedes”.

¿Otras alianzas?

Si la alianza entre los Estados Unidos y España tiene plena validez frente al derecho internacional y obviamente ha sido eficaz, cabe preguntarse si serán posibles los alineamientos de otros intereses, representados por otros estados.

El historiador Fernand Braudel, en su monumental obra sobre el Mediterráneo, analiza el impacto del oro y la plata de América en la Europa de los tiempos de Felipe II, indicando que a partir de mediados del siglo XVI los mineros americanos empezaron a aplicar nuevos métodos para amalgamar la plata, introducidos en Nueva España por Bartolomé de Medina. Esa revolución técnica produjo como consecuencia que Las Indias empezaran a “vomitar” sus riquezas. Como señala el historiador francés, “ese río de oro y plata” se volcaba sobre una corona proteccionista, atrincherada de aduanas por todas partes: “nada salía de España y nada entraba, teóricamente al menos, sin la aquiescencia de un gobierno suspicaz, que vigilaba con cien ojos las entradas y salidas de los metales preciosos”.

Pero así como entraban a caudales y a pesar de la estrecha vigilancia, los metales preciosos se escapaban a todas horas de los cofres españoles, para circular por todo el mundo. Buena parte de esos metales contribuyeron a financiar las guerras de España en el concierto europeo.

La aparición del problema de los naufragios históricos sumergidos, principalmente galeones, en las agendas de la política internacional de dos Estados, uno antiguo poder colonial, el otro primera potencia del mundo hoy, se produce en un contexto de revalorización del patrimonio cultural y de los bienes culturales. Cuadros y esculturas de artistas célebres que alcanzan valores nunca antes imaginados en el mercado del arte; opciones de los estados para la restitución de bienes culturales salidos ilícitamente de los países de origen, con mecanismos más elaborados que permiten el ejercicio de derechos culturales por parte de los ciudadanos; trabajo sin aflojar para la recuperación de miles de obras de arte expoliadas en tiempos de guerra por el régimen nazi, como lo expuso una película reciente, La dama de oro.

¿Y los estados de hoy, de los cuales fueron extraídas miles de toneladas de metales preciosos? ¿Tendrán capacidad para coordinar acciones concretas para hacer valer las deudas de la historia? La realidad es que nada definitivo está escrito sobre los naufragios históricos, como lo demuestra la falta de consensos reales respecto de la Convención de la Unesco de 2001 para la protección del patrimonio subacuático.

Una cosa es pensar con el deseo y otra cosa es pensar la realidad del acontecer internacional en la cual unos estados expresan sus intereses frente a otros estados. Una cosa es hacer votos piadosos para reclamar como propio un patrimonio cultural, incluso haciendo valer legislación propia, pero otra cosa es reconocer las opciones reales para hacer reclamaciones sobre los naufragios.

En la historia, la Santa Alianza no pasó de ser “el lema de una política”, sin papel político efectivo en la práctica. Fernand Braudel constató que el devenir histórico es como una ópera en la cual las notas separadas constituyen un caos ruidoso, mientras que juntas y bien concertadas pueden hacer una buena sinfonía. ¿Podrán los estados de América y el Caribe componer una buena sinfonía?

* Profesor de la Universidad Nacional de Colombia.

Fuente: El Espectador.

Colombia y España no logran acuerdo sobre Galeón San José

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Exploración Galeón San José

Colombia y España no logran acuerdo sobre Galeón San José

El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y su homóloga colombiana, María Ángela Holguín, junto a la ministra de Cultura del país latinoamericano, Mariana Garcés, mantuvieron un encuentro en el marco de la reunión de cancilleres iberoamericanos celebrada hoy en Cartagena de Indias (Colombia).

Ambos ministros, en una declaración sin preguntas en la sede de la cancillería colombiana en Cartagena, admitieron “discrepancias jurídicas” sobre la propiedad del Galeón San José, pero acordaron trabajar juntos para buscar fórmulas encaminadas a la conservación y la protección de “un pecio que es patrimonio de la humanidad“.

El jefe de la diplomacia española aprovechó su asistencia a la reunión iberoamericana para recabar información sobre el galeón, hundido el 8 de junio de 1708 con un cargamento de oro y plata y hallado el pasado 27 de noviembre por las autoridades colombianas.

Galeón San José
Colombia y España no logran acuerdo sobre Galeón San José

El pasado 9 de diciembre el Gobierno español envió una nota verbal a Colombia en la que le pedía toda la información disponible sobre este hallazgo y la explicaba los motivos sobre los que se sustenta su posición.

“Estoy seguro de que encontraremos fórmulas de entendimiento”, dijo hoy el ministro español.

Holguín apostó por seguir conversando y garantizó que su país dará respuesta a la nota verbal española “prontamente” a partir de los estudios que ha hecho el Ejecutivo colombiano.

García-Margallo y Holguín destacaron las “excelentes” e “inmejorables” relaciones y se mostraron seguros de que encontrarán una solución a este asunto.

La canciller colombiana subrayó que el San José no “dividirá” a España y Colombia.
“Trabajaremos juntos”, añadió.

García-Margallo explicó que la obligación de conservar y preservar el Galeón San José está consagrada en las dos leyes: en la española en la de 1985 de patrimonio histórico y en la colombiana del año 2013 sobre el patrimonio subacuático.

Los títulos que invoca España, discutidos por Colombia, continuó el ministro, es que el San José era “un buque de guerra, un pabellón de Estado, que cuenta con inmunidad soberana, reconocida por el convenio de Naciones Unidas de derecho del mar”.

España apoya su reclamación en la convención de la Unesco sobre protección de patrimonio cultural subacuático de 2001, un convenio que no está ratificado por Colombia.
Y además, apuntó García-Margallo, el San José es una tumba marina en la que murieron 570 españoles.

“La convención de la ONU, que tampoco ha suscrito Colombia, establece la obligación de respetar las tumbas marinas”, añadió el jefe de la diplomacia española.

La canciller colombiana, por su parte, dejó claro que España y su país comparten un mismo objetivo: “Esto es patrimonio de la humanidad y el objetivo es cómo se conserva”.

El Galeón San José , que se hundió en 1708 en las costas de la ciudad de Cartagena de Indias con un cargamento de oro y plata, fue hallado el pasado 27 de noviembre, según reveló el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

El legendario San José y su buque gemelo, el San Joaquín, fueron construidos a finales del siglo XVII en los astilleros de Mapil, cerca de San Sebastián (norte de España), y en el momento de su hundimiento por una flota inglesa, el viernes 8 de junio de 1708, iba cargado con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata, según los historiadores.

El titular de Exteriores de España mantuvo también en Cartagena de Indias una reunión con su homóloga argentina, Susana Malcorra, exjefa de Gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y recientemente nombrada canciller por el nuevo presidente del país latinoamericano, Mauricio Macri.

El encuentro de hoy reunió a doce ministros de Relaciones Exteriores de los 22 países iberoamericanos, una antesala de la XXV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Conferencia Iberoamericana de 2016, que por primera vez repetirá sede, Cartagena de Indias, que ya la acogió en 1993.

En la reunión ministerial iberoamericana, que estuvo presidida por la propia Holguín y por la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, se presentó a los cancilleres la temática de esa XXV Cumbre: “Juventud, Emprendimiento y Educación”.

El futuro académico y laboral de los jóvenes estará en el centro del debate en esa Cumbre de Cartagena.

Esta temática “sitúa a los jóvenes iberoamericanos en el centro de la discusión sobre las prioridades y políticas públicas que los Gobiernos iberoamericanos deben atender, dando así continuidad a los mandatos de Veracruz (México) y cumbres anteriores”, señalaron los cancilleres en un comunicado conjunto.

Según Grynspan, la comunidad iberoamericana se comprometió a tener “200.000 movilidades para el año 2020” y ya hay “40.000 aseguradas”.

Pintura representativa Galeón San José
Explosión del Galeón San José

EFE

La lucha por el tesoro de Fermina Daza Galeon San Jose

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La lucha por el tesoro de Fermina Daza Galeon San Jose

El galeón San José y las referencias a los míticos tesoros contenidos en su carga han despertado durante siglos la imaginación y la fascinación de todos los colombianos. Nunca, sin embargo, se había tenido tanta excitación al respecto como en los últimos días con motivo del hallazgo del galeón, anunciado por el presidente de la República, el pasado 4 de diciembre.

La hazaña de recuperar los tesoros y volver realidad lo que hasta entonces había sido una leyenda ya había cobrado la cordura del tenaz Florentino Ariza, personaje de Gabriel García Márquez, quien, como muestra de amor a su diosa coronada – Fermina Daza-, inició la empresa de obtener las riquezas de la embarcación.

Con más sensatez, esperamos que el Gobierno haya alcanzado este logro, no con otro amor distinto –pero igual de grande que el de Ariza- que aquel que debe profesar por el patrimonio cultural de los colombianos. Será éste el que deberá fundamentar la lucha legal que le espera al Galeón.

images (2)Así como en el ‘Amor en los tiempos del cólera’ Florentino no sabía nadar, nuestro país tampoco contaba con los medios tecnológicos para llegar hasta las profundidades en donde yace la embarcación hundida desde el 8 de junio de 1708.

Por eso, tal y como el protagonista de la historia tuvo que acudir a Euclides (uno de los niños nadadores) para cumplir su propósito, el Gobierno colombiano recurrió a compañías cazatesoros internacionales, motivado por el exitoso rescate de los galeones Santa Margarita y Nuestra Señora de Atocha, en las costas de la Florida, que, aunque se concretó en 1985, dio resultados favorables en 1973, 1975 y 1980, en el marco de un proceso iniciado en 1969.

La primera de las compañías que comenzó la búsqueda del galeón San José fue Glocca Morra Co. Inc, a la cual la DIMAR le concedió autorización para la exploración submarina, mediante la Resolución No. 0048 del 29 de enero de 1980. El 18 de marzo de 1982, esa sociedad denunció el hallazgo de tesoros correspondientes a naufragios, indicando su presunta localización. La DIMAR, mediante resolución No. 0354 del 3 de junio de 1982, reconoció el denuncio, alegando que las especies náufragas debían encontrarse en las coordenadas referidas en el Reporte confidencial sobre exploración submarina.

A través de la Resolución 204 del 24 de marzo de 1983, Glocca Morra cedió sus derechos de exploración y rescate a Sea Search Armada (SSA), empresa que lanzó en 1989 la primera bala de cañón en la batalla judicial por el tesoro que Florentino le prometiera a Fermina, alegando que el Gobierno Nacional le había cambiado las condiciones bajo las cuales ellos adelantarían la búsqueda del tesoro, disminuyendo su posibilidad de acceder al 50% de los bienes rescatados a un 5%, con la expedición del Decreto 2324 de 1984. El Gobierno, por su parte, sostiene que a la luz de la nueva normatividad era necesario que la empresa celebrara un contrato con la Nación, el cual nunca se perfeccionó.

La primera batalla legal concluyó con una sentencia de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia del 5 de julio de 2007 en la que se reconoció el derecho de SSA sobre el 50% de los bienes encontrados en el galeón San José que: (i) no sean bienes que hagan parte del patrimonio cultural de la Nación, es decir, que puedan ser clasificados como tesoro de acuerdo con el Código Civil; y (ii) se encuentren en las coordenadas establecidas en el mencionado Reporte confidencia de exploración de 1982. Según lo que han afirmado a algunos medios de comunicación de las fuentes oficiales, el naufragio –finalmente ubicado por la Armada Nacional en asocio con otra empresa internacional mantenida en reserva- no fue encontrado en dichas coordenadas, por lo que no le correspondería a SSA un porcentaje de lo recuperado.

Un buen indicio de que esto es cierto es que la sociedad siempre sostuvo que el galeón hundido yacía a 1000 pies de profundidad (300 metros aproximadamente), y el Gobierno indicó que se había encontrado a 600 metros.

El 7 de diciembre de 2010, SSA presentó una reclamación en contra de la República de Colombia ante la Corte Distrital del Distrito de Columbia, alegando, entre otras cosas, que no se estaba dando cumplimiento a la Sentencia del 2007. Mediante decisión del 24 de octubre de 2011, el tribunal federal descartó la demanda por improcedente.

Otra batalla legal se ha empezado a gestar desde el anuncio del hallazgo, y esta vez no se librará en las cortes nacionales, sino en el campo transnacional. La solicitud de información sobre el hallazgo presentada de manera amigable por el Gobierno español, con el que tenemos en estos momentos inmejorables relaciones diplomáticas, hacen prever una reclamación. Por esta razón, es pertinente hacer algunas precisiones sobre cuál es la posición de nuestro país en el marco del derecho internacional, y más específicamente en lo relacionado con el patrimonio cultural sumergido.

La regulación internacional de los hallazgos puede ser dividida en dos, de acuerdo con lo que se pretende con ellos: (i) el derecho de salvamento, y (ii) la preservación in situ. Es decir, los que consideran que los naufragios deben ser sacados y llevados a la superficie, y los que creen que no deben moverse del lecho marino. Del primer grupo, hacen parte la Convención sobre el Derecho del Mar de 1982 y el Convenio sobre Salvamento de 1989, y del segundo, la Convención de la UNESCO de 2001 sobre patrimonio cultural sumergido. Es importante aclarar que Colombia no es Estado parte de ninguna de esos tres instrumentos internacionales, lo cual hace que no le sean directamente vinculantes.

En cuanto a la atribución de la propiedad de los bienes encontrados en naufragios que reposan en la plataforma continental de un Estado, en los tratados citados no existen tampoco reglas claras que resuelvan los posibles problemas.

Pueden derivarse tres parámetros de la práctica de los Estados para establecer la propiedad del patrimonio cultural sumergido: (i) Law of finds: desarrollado inicialmente en los Estados Unidos, permite que quien encuentre un naufragio se apodere de los tesoros encontrados en él, entendiendo que éstos eran bienes abandonados. Ese criterio se ha venido limitando, exigiendo que se realice previamente un acto expreso de repudio o abandono. (ii) Soberanía de la bandera del barco: es el alegado por España en todos los casos relacionados con galeones, y encuentra sustento, por ejemplo, en la Convención de Derecho del Mar, aunque requiere que los navíos fueran de guerra y no comerciales. Ha cogido mucha fuerza con el precedente del caso del galeón Nuestra Señora de las Mercedes. (iii) La ubicación del naufragio: en la medida en que el hallazgo se encuentra en áreas donde un Estado ejerce soberanía, es éste el que puede reclamar la propiedad de dicho patrimonio cultural sumergido. Esta práctica se encuentra ampliamente desarrollada por la normatividad interna de numerosos países, permitiendo incluso alegar la existencia de una costumbre internacional ante la ausencia de otras normas vinculantes.

Finalmente, a pesar de los tratados y las prácticas de los Estados, la discusión se reduce al valor cultural que para una nación tienen los bienes encontrados, y será eso lo que deberá demostrar el Gobierno colombiano.

En la población caribeña en la que se desarrolla el relato del ‘Amor en los tiempos del cólera’, el galeón San José se evocaba como el “emblema de la ciudad ahogada en los recuerdos”. Hoy en día, para los colombianos en el mundo de lo real –que muchas veces supera lo mágico-, representa la esperanza de reencontrarnos con una historia que nos permita consolidar nuestra identidad cultural, tan mestiza, tan india y tan negra, como española, tan propia como la prosa de Gabriel García Márquez o el vallenato de Leandro Díaz.

El galeón San José hace parte de lo que nos distingue como grupo humano, de lo que nos define como nación, individual y colectivamente. Por eso, esta es una batalla –sin balas- que tendremos que dar por el reconocimiento de nuestro derecho a la cultura como un Pueblo.

CARLOS ARÉVALO
Profesor de la Maestría en Derecho Internacional
Universidad de La Sabana

España no da su brazo a torcer en caso Galeón San José

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España no da su brazo a torcer en caso Galeón San José

El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, llegó este sábado a Cartagena (Bolívar) para asistir a una reunión ministerial iberoamericana, en la que aprovechará para recabar información sobre el galeón San José, hallado en aguas colombianas.

El Airbus 310 de la Fuerza Aérea Española en el que viaja García-Margallo y una pequeña delegación que le acompaña aterrizó a las 04:50 de la mañana en la capital bolivarense.

En la agenda de la reunión ministerial que se celebra hoy, como antesala de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Conferencia Iberoamericana, que en su XXV edición se realizará en Colombia en el 2016, estará analizar las elecciones legislativas venezolanas celebradas hace seis días y en las que la oposición derrotó el chavismo que representa Nicolás Maduro.

Reunión de Alto nivel caso Galeón San José
Reunión de Alto nivel caso Galeón San José

Sin embargo, el hallazgo del galeón San José, hundido en 1708 y localizado hace unos días en aguas colombianas cercanas a Cartagena, centrará la visita de García-Margallo.

De hecho, mantendrá una reunión bilateral con su homóloga colombiana, María Ángela Holguín, con quien hablará de este navío, que se hundió con toneladas de oro y plata.

España y Colombia acordaron esta semana, en un primer contacto, abordar por la vía diplomática la situación desencadenada tras el hallazgo del navío.

El propio García-Margallo, en una entrevista con la Agencia EFE, insistió en que el Gobierno español buscará un acuerdo “amistoso” con Colombia, aunque argumentará que la Unesco le ampara, ya que se trata de un “barco de Estado”.

“Vamos a hablar”, dijo el ministro, quien no obstante dejó claro que España no renunciará al galeón, porque se trata de un barco de Estado con “un significado histórico muy serio”.

Sin embargo, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que el San José es un patrimonio del país latinoamericano aunque subrayó que hay disposición a compartirlo con la humanidad.

El legendario galeón San José, y su buque gemelo, el San Joaquín, fueron construidos a finales del siglo XVII en los astilleros de Mapil, cerca de San Sebastián (País Vasco, norte de España), y en el momento de su hundimiento por una flota inglesa, el viernes 8 de junio de 1708, iba cargado con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata, según los historiadores.

El jefe de la diplomacia española también mantendrá una reunión con su homóloga argentina, Susana Malcorra, exjefa de Gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y recientemente nombrada canciller por el nuevo presidente del país latinoamericano, Mauricio Macri.

EFE

Sitio del hallazgo del San José se mantendrá en reserva

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Sitio del hallazgo del San José se mantendrá en reserva

El primer mandatario reveló desde Cartagena los primeros detalles acerca de la embarcación.

Desde la Base Naval de Cartagena, el presidente Juan Manuel Santos entregó este sábado los primeros detalles sobre el hallazgo del galeón San José, embarcación española hundida en 1708 frente a las islas de Rosario, en el Caribe.

galeonEl primer mandatario reveló que en el amanecer del pasado 27 de noviembre un equipo conformado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), la Armada Nacional y científicos internacionales halló un yacimiento arqueológico correspondiente al galeón.

“Es un acontecimiento de la ciencia que nos recuerda que la historia colombiana está constituida por eventos de muy distintas épocas, protagonizados por miles de personas que hacen parte de la memoria nacional”, afirmó Santos.

Sobre el sitio donde se encontró el galeón, aseguró que esa información se encuentra sometida a reserva de ley. Por tratarse de un asunto de Estado, él será el único funcionario competente para referirse al mismo.

A su vez, el mandatario recordó que desde 2013 se han hecho todos los esfuerzos para que el patrimonio cultural sumergido colombiano sea reconocido, y agradeció a quienes participaron en la misión que dio con el galeón.

“Quiero agradecer públicamente a la señora Ministra de Cultura, al director del ICANH, a la DIMAR, a los miembros de la Comisión de Antigüedades Náufragas y a las entidades y a los científicos, nacionales e internacionales, que han colaborado con el Gobierno en este esfuerzo, que constituye uno de los más grandes hallazgos e identificaciones de patrimonio sumergido en la historia de la humanidad”, expresó el mandatario.

Santos también aseguró que el Gobierno continuará con el proceso de investigación, exploración y protección del patrimonio cultural sumergido, de acuerdo con la normativa vigente.

Fuete: El Tiempo

Gobierno Español debe renunciar al Galeón San José

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Gobierno Español debe renunciar al Galeón San José

El descubrimiento y posible rescate del San José, uno de los muchos galeones españoles hundidos en aguas del Caribe, plantea cuestiones que van más allá de un simple pleito jurídico. Haría mal el Gobierno español, que este sábado inicia los primeros contactos sobre el asunto en Cartagena de Indias a través del ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, en reducir el problema a un forcejeo sobre la aplicación de la convención de la Unesco de 2001 y la consideración del galeón como un buque militar, propiedad por tanto del país de origen.

Al margen de que el Gobierno de Colombia, como ya han recordado algunos de sus portavoces, no haya firmado esta convención, lo que no es un argumento jurídico menor, ¿cuál era el país de origen del San José? Desde luego no el Estado nación español tal como hoy lo entendemos, sino una estructura política desaparecida, la monarquía católica, de la que formaban parte tanto los reinos americanos como los europeos. Tan súbditos del rey católico eran los habitantes de Cartagena de Indias como los de Cádiz, y no resulta fácil argumentar por qué los descendientes de estos tienen más derechos que los de aquellos sobre un galeón construido con los impuestos de los antepasados de unos y de otros.

El Galeón San José de la Armada española, en un grabado de la época.
El Galeón San José de la Armada española, en un grabado de la época.

Pero el Gobierno haría mal, sobre todo, porque lo que se está dirimiendo es mucho más que la propiedad de unas cuantas toneladas de oro y joyas. El problema de fondo tiene que ver con la historia y la memoria de la monarquía católica, un Estado imperio del que el Estado nación español contemporáneo ha tendido a asumirse como heredero pero del que, en un sentido cultural amplio, no lo es más que cualquiera de los demás nacidos de la disgregación imperial.

El patrimonio, y el tesoro del Galeón San José al margen de su mayor o menor valor económico es un bien patrimonial, constituye una parte fundamental de la historia y la memoria de las sociedades. Si España quiere contribuir a conservar algún tipo de memoria sobre la historia compartida del mundo hispánico haría mucho mejor en impulsar políticas de recuperación de este patrimonio que en reclamar su propiedad. La senda abierta por la Academia de la Lengua en relación con el idioma puede servir de referente en esta tarea.

Cartagena de Indias, como otras muchas decenas de ciudades coloniales a lo largo y ancho del continente, no es una ciudad española sino hispánica. Una de las mejores expresiones de lo que posiblemente fue tanto una forma de civilización como una organización política. Pocos lugares más apropiados para albergar un museo sobre uno de sus barcos: parte de esa historia y memoria compartidas.

Fuente: Editorial El Pais / España.

Galeón San José es patrimonio cultural y no un simple tesoro

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Experto considera que el Galeón San José es patrimonio cultural y no un simple tesoro

Considerar que al galeón San José lo deben “proteger” España y Colombia como parte del Patrimonio Cultural subacuático español es lo que piden los expertos, ya que se trata de una “página de la Historia” que ha estado más de 300 años protegida por el mar, el “museo más grande del planeta”.

Así lo explicó Mariano Aznar, experto en Patrimonio Cultural Subacuático y catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad Jaume I de Castellón (este de España), para quien, si al San José se le trata como “tesoro”, de éste sólo interesarán los “materiales metálicos o cerámicos” y no otros materiales que son los que aportarán los datos de mayor valor.

En este sentido, y según informó el Ministerio de Cultura, el secretario de Estado del área, José María Lassalle, ha contactado con Teresa Lizaranzu, embajadora española ante la Unesco, para iniciar la “actuación” en el marco de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Subacuático de esta organización, que tiene como misión proteger ese histórico pecio.

El galeón San José, construido en 1698, partió del puerto panameño de Portobelo con cerca de 600 hombres a bordo en 1708 en dirección a la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, pero nunca llegó a España ya que fue hundido por navíos ingleses en la batalla naval de Barú.

Así, y aún sin saber exactamente la carga del galeón, aunque se habla de que en sus 200 toneladas de carga iban monedas de oro y plata y piedras preciosas, Aznar aseguró que eso es “lo menos importante”.

El San José podría aportar otra información, como la “historia de las 600 personas que murieron”, que permitiría a científicos y arqueólogos “conocer una página de nuestra historia”.

Pero en este punto, el también exmiembro del Consejo Científico del Plan Nacional de Protección de Patrimonio Cultural Subacuático de España indicó que para “proteger” al galeón, por el momento, la solución no pasa por “sacarlo” de las profundidades marinas.

“Ahora lo que habría que hacer es, siguiendo estrictos criterios arqueológicos, es ir al sitio, prospectarlo, levantarlo bien, bajar a ver cómo se encuentran los restos, identificarlo, estabilizar el sitio, extraer algunas pocas piezas para ver en qué estado se encuentra y, a partir de ahí, imaginar y llevar a cabo un proyecto arqueológico científico de protección del mismo”, explicó.

Un proyecto que pasaría por el momento, en palabras de Aznar, por “respetar” el entorno marino porque ahora mismo es el que “mejor puede proteger” al San José.

“Quizá dentro de 20 años tengamos una tecnología que nos permita extraer mejor todo el sitio, todo el galeón, y conservarlo perfectamente en superficie. Pero -agregó- hoy por hoy es carísimo como vemos en Estocolmo en el Museo Vas que gasta millones de coronas suecas al año en conservar el buque de guerra que alberga”.

Por eso, el “reto” sería “imaginar” proyectos museológicos para acercar al público general este tipo de patrimonio cultural que “no se ve” y no dejar que caiga en manos de los cazatesoros o piratas marinos que buscan “exclusivamente cadenas de oro” y para extraerlas “destruyen el contexto histórico y natural”.

“Si eso se hace en el mar, ¿por qué no consentimos que lleguen a la Alhambra, cojan una pieza, se la lleven y la pongan a la venta?”.

Aznar confía en el acuerdo alcanzado entre España y Colombia para abordar este asunto por la “vía diplomática” y apunta que cuantos “más expertos” trabajen en las labores de protección de este galeón mejor, ya que, según el especialista, es el primero de esa época encontrado “completo”.

“En definitiva -concluye- lo que iba a bordo del galeón San José y todo lo que sucedió alrededor de su hundimiento no haría sino explicar un momento de nuestra historia, y cuando digo nuestra no es solo española, sino la historia del tráfico del momento entre Europa y América”.

Fuente: El Colombiano

Colombia había aprobado Ley que permite vender el patrimonio cultural sumergido

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Colombia tiene Ley que permite vender el patrimonio cultural sumergido

Pese a que en la Constitución política de Colombia, en sus artículos 63 y 72, se opone a la comercialización del patrimonio cultural sumergido, el 21 de Junio de 2013 de el Congreso colombiano aprobó por 54 votos a favor y 9 en contra contratar de manera directa a compañías expertas en exploración submarina para que busquen, rescaten y se beneficien económicamente de los naufragios.

“Este proyecto de ley es constitucional”, defendió el Ministro del Interior Fernando Carrillo, con el argumento de que esta iniciativa incorpora la historia de la jurisprudencia colombiana y recoge los fallos de las altas Cortes, generando un articulado constitucional, coherente y aplicable.

Para el coordinador ponente de la ley, Carlos Ferro, era importante “proteger de la mejor manera posible los bienes patrimoniales sumergidos en más de 900 mil kilómetros cuadrados”. Esos bienes incluyen los restos orgánicos e inorgánicos, asentamientos, cementerios y toda evidencia física de grupos humanos desaparecidos, restos humanos, especies náufragas constituidas por las naves o artefactos navales y su dotación, sus restos o partes, dotaciones o elementos yacentes dentro de estas.

151207165150_san_jose_colombia_shipwreck_624x351_nationalmaritimemuseum_nocreditPara los científicos el desconocimiento de los legisladores fue total pues no sólo se desconoció por completo la Convención de la Unesco para la Protección del Patrimonio Sumergido la cual establece que cualquier vestigio arqueológico que esté bajo el agua -desde una vasija hasta un lingote de oro- es patrimonio, no puede ser comercializado, sino que está demostrado que cuando las empresas cazatesoros toman lo que tiene un valor de mercado como los lingotes y “chupan” con una aspiradora todo el contexto del naufragio, la historia se acaba. Al sacar los restos arqueológicos de su contexto, el oxígeno los vuelve polvo. Y lo que es peor. Conservar lo poco que sale es costosísimo y el Estado no tiene el dinero para ello. “Fue la tercera vez que se presentó este proyecto. Los anteriores eran al menos proteccionistas. Pero éste que se aprobó entregó todo. Antes se reconocía el valor sobre los objetos, no se pagaba con ellos. Ahora se paga con los mismos objetos. Es decir con cargas industriales como monedas, los lingotes y piedras preciosas provenientes de los cargamentos de los naufragios”, explicó a ABC Carlos del Cairo, antropólogo y arqueólogo, director de la Fundación Terra Firme, entidad que desde el 2006 lleva la batuta en investigación académica sobre la riqueza cultural e histórica sumergida en Colombia

“Se habla de más de mil naufragios en Colombia pero eso no se ha comprobado. Esta ley se hizo para sacar a flote unos cuantos galeones –el San José y la flota de Luis Fernández de Córdoba-. Los demás están en aguas poco profundas. Somos dos bandos. Unos que buscan el beneficio económico y otros que queremos reconstruir buena parte de la historia del país que está bajo el mar. Esta ley está reglamentando a unos piratas”, precisó del Cairo.

En efecto. Uno de los artículos que generó polémica fue el referente a la retribución para quienes realicen las exploraciones. El senador Juan Lozano planteó que se le otorgará máximo hasta el 25% de esos bienes. Sin embargo la Ministra de Cultura, Mariana Garcés, pidió que se dejara hasta el 50% de los bienes no patrimoniales encontrados. Y así quedó en la ley.

Según el senador Ferro, “habrá casos en donde los exploradores reciban porcentajes menores, de acuerdo a elementos como: la dificultad técnica, las condiciones océano-atmosféricas del área, las condiciones hidrostáticas, las técnicas que se utilizarán, los equipos tecnológicos con que se ejecutará, la transferencia de tecnología y la importancia cultural y arqueológica de los bienes rescatados”.

Pero lo cierto es que todo puede pasar. Hay tantos intereses y son tantas las empresas que quieren venir, que todo es negociable. “El gobierno del presidente Juan Manuel Santos, tenía especial interés en el tema porque Santos estuvo en la Armada colombiana y sabía que lo que realmente está en juego son unos 5 o 6 naufragios que contienen lingotes de oro y plata y que iban rumbo a España”, le había dicho a este diario José Luis Socarrás, director de la carrera de arqueología de la Universidad Externado de Colombia.

Por eso salió adelante. Socarrás mismo explicaba en un texto publicado en el portal de internet La Silla Vacía, cómo durante las discusiones previas para aprobar esta ley, se vio en los estrados del Congreso al señor Burt D. Webber, representante de la empresa caza tesoros Seaquest International, LLC, con sede en Santo Domingo, República Dominicana quien busca sacar adelante la operación “Mystery Galleon”.

“La Operación “Mystery Galleon”, de la cual tiene conocimiento el gobierno desde comienzos de 2011, se plantea como una aplicación para un contrato exclusivo de exploración y salvamento. A pesar de que funcionarios advirtieron sobre la inconveniencia científica, técnica y legal de dicha operación, el concepto técnico del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) no es tenido en cuenta, mientras que el de los caza tesoros sí”.

Fuente: ABC de España

Estado Colombiano mantiene soberanía sobre el Galeón San José

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Estado Colombiano mantiene soberanía sobre el Galeón San José

El presidente Juan Manuel Santos reiteró este viernes lo que considera es el derecho que tiene Colombia sobre los restos del Galeón San José, embarcación que fue hundida hace más de tres siglos y recientemente hallada en aguas cercanas a Cartagena, cuyo valor es hasta el momento incalculable.

Santos, desde la Casa de Nariño, enfatizó en que el hallazgo se hizo en aguas y con operaciones colombianas, por lo que este histórico galeón es parte del Estado y el derecho del país sobre el mismo tiene que ser defendido en todas las instancias que se requiera.

“Tengo que rechazar de forma clara y enfática las acusaciones que a través de la ‘CNN’ y otros medios viene haciendo la Sea Search Armada contra el pueblo colombiano, porque son expresiones muy desobligantes en torno al hallazgo”, precisó el mandatario.

fotosanjo--620x349El Jefe de Estado se refiere a una serie de sucesos relacionados con que, en 1982, la empresa Glocca Morra denunció la existencia de una “anomalía de sonar”, cuyos derechos luego adquirió Sea Search. Se argumentaba que ello correspondía a las coordenadas del San José, pero, de acuerdo con Colombia, eso no corresponde al lugar donde finalmente lo encontró el país.

“No corresponde en modo alguno”, enfatizó el Presidente, quien recordó que las coordenadas reales se mantienen bajo reserva. “Vamos a garantizar los derechos de esta empresa en los términos que estableció un fallo de la Corte Suprema de Justicia de Colombia”, precisó.

En dicho pronunciamiento se estableció que Sea Search tendrá derechos sobre los bienes que se encuentren en la coordenada que indicó, pero como, a juicio de Colombia el lugar no coincide, pues no se puede aceptar que tenga derecho sobre lo hallado.

“El Estado colombiano mantiene la soberanía sobre todos los bienes que han sido identificados en los procesos de investigación sobre su patrimonio”, puntualizó el mandatario.

Estas declaraciones las entregó Santos durante la toma de posesión de los magistrados que conformarán la Sala de Gobierno de la Rama Judicial, que se encargará de la administración de este sector.

En este escenario también recordó el editorial de ‘El País’, de España, en el cual se afirma que el Gobierno de ese país no debería reclamar derechos sobre el Galeón San José, como lo ha venido haciendo a través de su Cancillería, sino promover la preservación del patrimonio cultural de los hispanoamericanos.

Estado Colombiano protegerá Tesoro del Galeón San José

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Se protegerá Tesoro del Galeón San José

Aunque los gobiernos de Colombia y España acordaron el pasado lunes resolver por la vía diplomática los derechos sobre el galeón San José, la pelea jurídica por los tesoros ocultos en el mítico galeón está abierta.

Este miércoles, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, volvió a reivindicar la posesión sobre el galeón, al afirmar que es “propiedad de los colombianos”. Palabras que chocan frente a las del gobierno español, que a través de sus ministros de Cultura y Relaciones Exteriores, también reclamó la pertenencia.

José Manuel García-Margallo, ministro español de Exteriores, dijo que “desde el minuto uno” España reclamará la propiedad de los restos galeón. Recordó que se trata de un buque de “estado” hundido en “acción de guerra” y es “la tumba de 600 almas españolas que estaban allí”.

Estado Colombiano protegerá Tesoro del Galeón San José
Estado Colombiano protegerá tesoro del Galeón San José

La leyenda del galeón San José se ha construido décadas atrás por el tesoro que llevaba en sus entrañas. Los libros de historia hablan de casi 200 toneladas de oro, plata y esmeraldas, aunque no existe certeza científica de tal magnitud. Desde España, han abierto las dudas sobre el histórico hallazgo y han alimentado la versión de que Colombia tiene esperanzas con el tesoro de financiar el posconflicto y hasta de pagar su deuda externa. “La información es secreto de Estado”, dijo Santos el sábado, al anunciar detalles del hallazgo. Pero desde ese momento comenzaron las preguntas.

Pero además de la advertencia del presidente Santos de proteger para la Nación el galeón San José, en el Congreso proponen una ley para proteger este hallazgo y que se establezca como un patrimonio de los colombianos.

Se llamaría, precisamente, la ley Galeón San José y tendría como objetivo declarar que los bienes de patrimonio cultural hallados por el Estado colombiano en su territorio que representen un valor histórico y se encuentren sumergidos hace más de 100 años, deberán estar bajo protección del Estado con objetivos educativos, culturales y académicos durante un periodo de 50 años posterior al momento de su descubrimiento. Contempla que los activos recuperados serán considerados patrimonio cultural.

También señala que los galeones, naves, aviones u otros muebles sumergibles considerados patrimonio cultural serán elevados al nivel de bienes de interés cultural nacional y deberán permanecer dentro de las fronteras de la Nación, excepto para exposiciones o fines académicos.

En otro parágrafo el proyecto de ley establece que todos los objetos que hagan parte del Galeón San José, hallados en el territorio nacional, serán presuntamente considerados patrimonio cultural hasta que las autoridades respectivas determinen lo contrario y por ende deberá permanecer bajo tutela del Estado, para evitar la posibilidad de pérdida de patrimonio.

También obliga al gobierno colombiano a recuperar el patrimonio cultural sumergido que haya sido extraído de manera ilegal.

Además, el proyecto contempla decretar el 4 de diciembre, día en que el presidente Santos anunció el hallazgo, como el día Nacional del Patrimonio Histórico y los tesoros marítimos. Y en esa fecha se otorgará medio día libre de labores a los empleados públicos.

La propuesta es del senador Andrés García Zuccardi, quien sorprendió al Senado al radicar este proyecto. Dice que el propósito es proteger ese patrimonio, que pertenece a todos los colombianos, para que no sea “vendido ni comercializado”.

García Zuccardi también citó al Gobierno a un debate de control político para resolver ciertas dudas sobre el hallazgo y para qué explique qué se va hacer con las riquezas allí encontradas.

Seguramente, el debate sobre el Galeón San José dará mucho de qué hablar, Por lo menos, el Congreso colombiano ya empieza a intervenir en la discusión.

Fuente: Revisa Semana

Conceptos claves para entender el caso Galeón San José

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Caso Galeón San José, claves para entender lo que viene:

Gonzalo Castellanos V. es asesor de políticas y proyectos culturales en países latinoamericanos. Es columnista de este diario y ha participado en la elaboración de las regulaciones sobre patrimonio cultural y arqueológico y en algunas iniciativas anteriores a la reciente ley 1675 de 2013 de patrimonio sumergido.

¿Tiene razón o viabilidad una reclamación de España?

España, como otros países, ha reivindicado y hecho valer en un par de casos la tesis de que el barco de guerra pertenece a la bandera de origen, basándose en instrumentos internacionales y acuerdos con los países en donde se han efectuado tales hallazgos. Pero ninguna disposición o instrumento constitucional internacional o legal en Colombia da cabida a aceptar ese planteamiento. (Lea: España evalúa vía diplomática para solucionar hallazgo del galeón)

¿Qué pasa si España insiste?

El San José fue hallado en mares territoriales colombianos y ha permanecido en el lecho marino del país desde su hundimiento. Está cargado con bienes procedentes del expolio cultural al que fueron sometidas las culturas prehispánicas durante la Conquista y la Colonia, de manera que atreverse a reclamar propiedad o derechos sobre la nave o sobre el cargamento, además de carecer de fundamento jurídico (Colombia no ha suscrito ningún instrumento internacional que así lo permita o lo obligue), equivaldría a la actitud desvergonzada de plantear que todo cuanto existe en Colombia y en América le pertenece a la corona española por razones de vínculo histórico. (Lea también: Colombia va ganando una batalla legal por tesoros hundidos)

¿Por qué esta excelente noticia genera de inmediato tantas disputas?

Esencialmente por el interés económico que asiste a otros países y a particulares que afirman tener derechos económicos sobre el cargamento, o sobre la nave misma debido a que se trata de un barco de guerra. Hay que advertir que el galeón San José es un patrimonio de interés para el país y la humanidad (lo que no significa que sea de propiedad jurídica de todos, ni mucho menos de varios Estados); pero no es un tesoro o algo que pudiera asimilarse a encontrar petróleo para vender o exportar, independientemente de que en el futuro pueda llegar a representar, y ojalá así sea, múltiples formas de rédito económico que generen ingresos para atender requerimientos sociales. (Además: ‘Malpelo’, el buque que lideró la búsqueda del galeón San José)

¿Qué papel juega la Unesco?

En esencia, la Unesco plantea que los bienes hallados en los fondos marinos procedentes de ciertas épocas históricas se protejan como piezas de valor cultural para la humanidad. Y que en ningún caso puedan ser vendidos como mercancías de intercambio o que ninguna empresa o persona pueda apropiarse de ellos para disfrute o utilidad particular.

¿Qué hacer con ellos?

Se quiere que la humanidad pueda conocerlos, disfrutarlos bajo un criterio conocido como la apropiación social del patrimonio. Esto, hay que recalcarlo, no impide la generación de réditos económicos bajo fórmulas legítimas de explotación de un bien cultural. (Lea: ‘Cartagena debe ser la más beneficiada con el hallazgo de la nave’)

¿Qué sucede por no haber suscrito Colombia la Convención de la Unesco?

Tampoco suscribió la Convención sobre Derecho del Mar, instrumentos que sí podrían generar discusiones sobre la gestión o propiedad, respectivamente, de manera que Colombia no está obligada por estos.

Constitucionalmente este patrimonio le pertenece únicamente a la Nación, a los colombianos en su conjunto, de manera que independientemente de eso, el San José no puede ser apropiado por ninguna empresa o persona con fines comerciales particulares.

¿El contexto legal de Colombia permite vender los bienes del San José?

El patrimonio subacuático, en su condición de patrimonio cultural, no puede ser objeto de apropiación por particulares. Pero, tiene capacidad de generar réditos económicos en su explotación (por ejemplo, museos, turismo, derechos audiovisuales, investigaciones). (Lea también: Lo que se mueve en las profundidades del galeón San José)

Pero el gran temor es la venta de bienes…

La ley 1675 de 2013 no permite vender ningún bien que sea considerado patrimonio cultural de la Nación. Permite, sí, que bajo criterios técnicos, arqueológicos y culturales, se defina cuáles bienes no tienen esa representatividad (por ejemplo minerales sin elaboración humana) y sobre estos últimos se puede hacer un reparto no superior al 50 por ciento con el objeto de sufragar tareas de rescate, caracterizado por una profunda complejidad técnica, arqueológica y por altísimos costos de riesgo e inversión.

¿Y las firmas que han demandado en Colombia sí tienen derechos?

Ningún fallo en Colombia ni en cualquier otro país dice que alguna persona o empresa tenga derecho a los bienes que hay en el galeón. En el orden interno hay un fallo que llegó a la Corte Suprema y que le reconoce algunas expectativas a una firma específica que dice haber proporcionado datos exactos de la ubicación del galeón en los años 80, cuando existió una muy confusa y sobre todo cuestionable legislación, pero sin que esto permita tocar en modo alguno los bienes del patrimonio cultural rescatados o valorados. El Gobierno colombiano nunca ha reconocido que esto sea así; es más, en esta importante noticia se ha expresado que el hallazgo se hizo por la Armada Nacional, en coordenadas identificadas exclusivamente por esta, luego tiene todos los argumentos para negar las pretensiones de cualquier firma privada que hoy aspire a lucrarse de manera oportunista por este maravilloso hallazgo cultural.

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Castellanos participó en 2002 por Colombia en la Conferencia de las Américas sobre patrimonio subacuático en Kingston (Jamaica).

Fuente: El Tiempo, Colombia.

Se duda que España pueda reclamar derechos sobre Galeón San José

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La dorada leyenda del galeón San José amenaza con abrir grietas en unas relaciones hasta hoy «sensacionales» entre España y Colombia. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, anunció ayer que buscará un acuerdo amistoso con Colombia para reclamar «nuestros derechos» en lo referido al galeón San José, hundido hace tres siglos frente a Cartagena de Indias con oro, plata y esmeraldas. El Gobierno español sale así al paso de la opacidad de Colombia y la falta de información sobre la bandera del galeón hallado. No en vano, García-Margallo no tiene dudas de que se trata de un «barco de Estado», y no de titularidad privada, lo cual hace que esté protegido sin duda por la inmunidad soberana.

El derecho internacional señala que los barcos de guerra tienen inmunidad soberana, gozan de una especie de extraterritorialidad

«La inmunidad soberana sobre el buque implica que ningún estado pueda tomar una decisión unilateral sobre lo que afecte al buque sin la conformidad del estado de bandera», explica José María Lancho, abogado experto en patrimonio histórico. En este sentido, el derecho internacional señala que los barcos de guerra tienen inmunidad soberana, es decir, gozan de una especie de extraterritorialidad como si fueran un pequeño espacio de territorio de su Estado de origen allá donde estén. Especialmente si han sido hundidos en combate. El San José, hundido tras una emboscada realizada por una flota británica en el siglo XVIII, llevaba en su bodega todo tipo de objetos valiosos, ejemplos del arte y la tecnología de esa época una enorme colección de monedas acuñadas en América en cantidad de varias toneladas, barras de oro y de plata, así como toneladas de joyas y piedras preciosas. Precisamente por esta razón, uno de los argumentos empleados, sin éxito, por la empresa cazatesoros Odyssey durante el juicio por el tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes fue que se trataba de un barco en misión comercial.

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Tras casi cinco años de litigio, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos obligó finalmente a la empresa Odyssey Marine Exploration a entregar a España el tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes (595.000 monedas de plata y oro), encontrado en 2007 frente a las costas del Algarve portugués. Una sentencia que es señalada como el punto de inflexión en la protección de los bienes culturales subacuáticos y un precedente a tener en cuenta con el galeón San José. «Vale la pena recordar lo ocurrido con la Señora de las Mercedes. El principio de inmunidad soberana es lo único que está protegiendo ese patrimonio», recuerda Lancho, que participó en la defensa jurídica del Gobierno español en el caso «Odyssey». «Lo que decidamos sobre el Galeón San José va a afectar al resto de los galeones hundidos en aguas de todo el mundo».

El Convenio de la Unesco

La gran diferencia entre el caso de la fragata Las Mercedes y el galeón San José es su ubicación: mientras Las Mercedes yace cerca de las playas del sur de España, el San José reposa bajo el océano a unos 8.000 kilómetros de distancia de la costa española. La opinión pública, europea y americana, hasta hace pocos años, consideraba el patrimonio subacuático como «tesoros ocultos» en estos casos y aceptaba que vinieran a pertenecer a quiénes los encontraban, pero desde 1985 con la Ley de Patrimonio Histórico y la Convención de la Unesco sobre el Patrimonio Subacuático se declaró estos pecios como un bien de interés general de las sociedades, los Estados, las Naciones y la Humanidad entera. La Convención enuncia principios tales como que el patrimonio acuático no será objeto de explotación comercial y, muy especialmente, la preferencia por la conservación «in situ» de este tipo de restos arqueológicos, y desde luego respeta el principio de inmunidad soberana de los buques de guerra.

«Colombia no puede sostener desde su propio derecho que no respeta el principio de inmunidad soberana»

En primera instancia, el Gobierno se ha remitido a esta Convención (aunque Colombia no lo firmó) para respaldar sus reclamaciones, que en ningún caso pasarían por comercializar este tesoro, puesto que lo prohíbe expresamente la ley española. El papel español iría encaminado a preservar esos restos arqueológicos en las mejores condiciones. «No sé por qué el Gobierno se ha remitido únicamente a la Convención de la Unesco, que ciertamente se debe apelar, porque a la opinión pública colombiana este argumento no le va a resultar convincente», considera Lancho, que propone no precipitarse y esperar antes de «prejuzgar» o «criticar definitivamente» la actuación colombiana. En este sentido, Colombia no suscribió la Convención de la Unesco pero si ha asimilado otras leyes internacionales del mar que darían pie a respetar la inmunidad soberana y «ha interiorizado el contenido jurídico de la convención». «Colombia no puede sostener desde su propio derecho que no respeta el principio de inmunidad soberana», apunta Lancho.

La principal amenaza a las reclamaciones españolas, no en vano, está en la ley para extraer el patrimonio sumergido, que el Congreso de este país aprobó en 2013 a raíz de un litigio a propósito también del galeón San José. Durante más de 30 años, la empresa norteamericana Sea Search Armada (SSA) reclamó al Estado colombiano derechos sobre el tesoro del galeón San José, que afirmaron haber hallado en 1982. La empresa pidió en vano recibir el 50% de los bienes que no fueran considerados patrimonio. El pleito finalizó en 2013, cuando la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia ratificó el fallo a favor de Colombia. Ese mismo año, el Congreso aprobó una ley para extraer el patrimonio sumergido que plantea condiciones exactamente iguales a las que exigió la empresa cazatesoros durante tres décadas. La legislación fue duramente criticada por expertos internacionales como el director de Patrimonio Mundial de la Unesco, Francesco Bandarin, o la presidenta del Congreso Mundial de Arqueología, Claire Smith, pese a lo cual fue aprobada con 54 votos a favor y 9 en contra.

El obstáculo de la ley colombiana de 2013

La Ley de Patrimonio Sumergido permite al Estado, a través del Ministerio de Cultura, contratar a compañías privadas para que realicen la exploración y extracción de embarcaciones hundidas, que aparentemente es lo que está ocurriendo ahora con la búsqueda del San José, donde una empresa permanece todavía en el anonimato. El marco jurídico determina que la empresa contratada para rescatar los tesoros sumergidos puede quedarse con la mitad de lo extraído que no sea considerado patrimonio.

Este punto es el que más dudas plantea y más peligroso resulta en términos científicos: ¿Qué se considera patrimonio sumergido y qué no? Para el Gobierno, solo aquellos bienes que sean representativos o únicos son patrimoniales. Por el contrario, aquellos que hayan sido producidos en serie o no tengan un valor cultural pueden comercializarse. Así, lingotes de oro, perlas, piedras preciosas y semipreciosas en estado bruto, y monedas pueden incluirse en el pago a la empresa contratada para el rescate.

Por otra parte, el enorme tesoro que se le imagina en las tripas del barco ha hecho pasar a un segundo plano que el San José fue, además, la sepultura de cerca de 600 marineros españoles. En una batalla que se prolongó dos días, cerca de la isla de Barú, el San José se fue a pique después de recibir cañonazos del buque inglés Expedition y con él se fueron al fondo del mar casi la totalidad de sus 600 marineros y pasajeros. Desde España se ha apelado a la significación moral que supone acceder a un yacimiento donde perecieron cientos de hombres.

Fuente: ABC de España

Galeón San José es patrimonio de los colombianos

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El presidente Juan Manuel Santos defendió los derechos exclusivos de Colombia reclamar la propiedad sobre el tesoro que se hundió durante el naufragio del Galeón San José. “Es patrimonio de los colombianos”, sentenció.

El mandatario le salió al paso a las declaraciones de autoridades españolas, en el sentido de reclamar un supuesto derecho de posesión sobre esta embarcación y su contenido. Lo hizo durante la inauguración de la variante de Tocancipá (Cundinamarca) este martes.

El viernes anterior el presidente Juan Manuel Santos le comunicó al país sobre el hallazgo del galeón San José, una embarcación conducida por algunos de los colonizadores que envió la corona española a América, en busca de oro y cuya búsqueda es de vieja data.

151205165916_galeon_san_jose_colombia_624x351_presidenciadelarepublicadecolombiaEsta nave estaba precisamente cargada buena parte de los metales preciosos que recolectaron nuestros colonizadores hace tres siglos. Según historiadores, el barco no pudo cruzar el Atlántico, debido a la arremetida de tropas inglesas, que amenazaban con invadir la posesiones ibéricas en lo que hoy es la costa norte de Colombia.

La embarcación contenía 11 millones de monedas de oro que hoy están avaluadas en 1.500 millones de dólares. Además, se dice que lo atesorado supera por mucho esa cifra, pues era común que los conquistadores tratan de ocultar ante la Corona gran parte de la riqueza que acumulaban, para no tener que compartirla con los jerarcas de la monarquía española.

La fiesta se aguó días después, cuando autoridades españolas dijeron tener que discutir con el Estado colombiano los supuestos derechos que conservaría ese país sobre el tesoro. Al presidente colombiano Juan Manuel Santos no le cayeron en gracia esas observaciones.

Dijo que ahora hay personas tratando de reclamar garantías que no tienen. Ratificó que solo el Gobierno colombiano puede tener un interés legítimo en el hallazgo y que lo defenderá. El galeón San José zarpó de las costas cartageneras en 1708 y se dice que naufragó por la presión de barcos ingleses que asechaban a los ibéricos.

También se refirió a acusaciones de la Empresa Sea Search Armada:

Declaración del Presidente Santos sobre hallazgo del Galeón San José

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Galeón San José

El presidente Juan Manuel Santos anunció el viernes 4 de diciembre de 2015 el hallazgo del Galeón San José, el cual naufragó hace más de 300 años. Estas fueron sus declaración sobre el hallazgo:

Según diferentes fuentes históricas, en las aguas territoriales colombianas pueden yacer unos 1.100 galeones españoles cargados con oro, plata y piedras preciosas que zozobraron o fueron hundidos por piratas entre los siglos XVII y XVIII.

El Congreso colombiano adoptó en 2013 la ley 1675, por medio de la cual:

“se reglamentan los artículos 63,70 y 72 de la Constitución Política de Colombia en lo relativo al patrimonio cultural sumergido”, y estableció mecanismos para el rescate de los naufragios históricos que se encuentren en mares colombianos, lo cual incluía entre ellos, al Galeón San José.

Primeras Fotografías del Galeón San José

Primeras Fotografías del Galeón San José
Primeras Fotografías del Galeón San José
Cañones, cerámicas del Galeón San José
Cañones, cerámicas del Galeón San José
Cañones del hallazgo del Galeón San José
Cañones del hallazgo del Galeón San José
Cañones del hallazgo del Galeón San José
Cañones del hallazgo del Galeón San José

El barco dotado de 60 cañones, que partía de Cartagena de Indias hacia España cargado de oro del virreinato de la Nueva Granada, plata de Perú y piedras preciosas, naufragó el 8 de junio de 1708 tras ser alcanzado por los cañonazos ingleses, en una breve batalla contra la flota española que hacía la “Carrera de galeones”.

Una empresa que ha mostrado interés en este navío y en los supuestos tesoros que alberga –que se estiman en miles de millones de dólares– es la estadounidense Sea Search, que dice haber descubierto el hundimiento en 1982. En el 2007, la Corte Suprema de Justicia de Colombia resolvió una demanda interpuesta por esta, que pretendió quedarse con la mitad de lo que se encontrara en el barco.