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Hallan el barco intacto más antiguo del mundo al fondo del mar Negro

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Hallan el barco intacto más antiguo del mundo al fondo del mar Negro

Arqueólogos encontraron este naufragio de 2.400 años en las profundidades de las costas de Bulgaria.

Un equipo de arqueólogos encontró los restos de un barco de comercio griego del año 400 antes de Cristo. La embarcación fue descubierta intacta en el fondo del Mar Negro, frente a las costas de Bulgaria y a más de 2000 metros de profundidad. Según los especialistas el navío ha permanecido en el mar por más de 2400 años, lo que lo convierte en el hallazgo hundido más antiguo del mundo.

La expedición Black Sea MAP (Maritime Archaeology Project) sondeó durante más de tres años unos 2.000 km de fondo del Mar Negro, frente a las costas de Bulgaria, mediante un sonar y un vehículo teledirigido, con varias cámaras concebidas para la exploración en aguas profundas.

El equipo anglo-búlgaro descubrió más de 60 naufragios que datan desde la Antigüedad hasta el siglo XVII. El barco mercante griego, es el hallazgo intacto más antiguo hasta el momento. Los especialistas del equipo de Black Sea Map precisaron que la razón por la cual la embarcación comercial logró conservarse a través de los años se debe justamente a la profundidad del agua donde fue encontrada.

A ese nivel de profundidad el agua es anóxica, es decir, carece de oxígeno y por ese motivo puede “conservar las materias orgánicas durante miles de años”. El reciente hallazgo se trata de un “tipo de barco de comercio griego” que hasta ahora solamente “fue observado” en las decoraciones de las “antiguas cerámicas griegas”, indicaron los científicos.

En este proyecto de investigación participaron expertos de la Universidad de Southampton. Según señalan, la falta de oxígeno en las profundidades del mar Negro es la razón por la que el pecio se encuentra en tan buen estado. Este tipo de barcos hasta la fecha sólo se conocían en los dibujos que se podían encontrar en las vasijas griegas, por ejemplo.

Se han conservado hasta las espinas de los peces que comieron los griegos, señalan los arqueólogos. Además de los numerosos restos de barcos, los expertos también hallaron restos, entre otros cerámicas, de un asentamiento de la Edad de Bronce.

Via: La Nación Argentina

 

La pelea judicial sobre el Galeón San José

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La increíble pelea judicial sobre el Galeón San José

El Consejo de Estado se alista para fallar el caso histórico más importante del país. La ponencia podría revisar actuaciones de los últimos 30 años.

Un tesoro hundido en los bloques de expedientes del Consejo de Estado fue descubierto por un magistrado relativamente nuevo que se dispone a rescatarlo del naufragio. El proceso es un capítulo más de 23 años de guerra judicial iniciada por la empresa ‘cazatesoros’ Sea Search Armada, en su lucha por la reclamación de la totalidad del botín hallado en Galeón San José.

La aparición de la legendaria nave en aguas del mar caribe colombiano, y que fue durante años la protagonista del realismo mágico del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, fue anunciada al mundo a finales del 2015 por el Presidente Juan Manuel Santos.

Para esa misma época, el Primer Mandatario posesionó al magistrado de la Sección Segunda William Hernández, quien tardó solo días en descubrir que en su despacho estaba el expediente “madre” del galeón. Nulidades, impedimentos, recursos, cambios de magistrados y hasta cambios de legislación lo habían hecho desaparecer del mapa.

Después de años de dar tumbos de despacho en despacho, Hernández se alista para terminar de proyectar el fallo sobre la verdad judicial del galeón. El documento será la base de la Sala Plena del Consejo de Estado emita quizá el fallo histórico más importante del país. Se espera que la ponencia sea entregada a los demás magistrados en dos semanas.

El tesoro perdido

El buque zarpó el 8 de junio de 1.708 desde Cartagena con una carga de 11 millones de monedas de oro y casi 200 toneladas de esmeraldas, barras y lingotes macizos del precioso metal. Solo el cargamento oficial ha sido avaluado en 10.000 millones de dólares, sin contar lo que haya entrado en el barco por contrabando.

El buque había pasado por los puertos de Callao (en Perú) y Potosí (en Bolivia) y Panamá. Una vez en puerto colombiano partió rumbo a Cádiz acompañado de una flotilla de naves. El ataque inmisericorde de piratas ingleses, en busca de las riquezas, lo hundieron en la mitad del mar, junto con otras cinco embarcaciones que lo custodiaban.

Galeón San José
Al salir de Cartagena, el San José y su convoy se encontraron con una escuadra inglesa. Tras el enfrentamiento, terminó en el fondo del Caribe. /Galeón San José

Varias empresas ‘cazatesoros’ atraídas por la historia del más valioso de los galeones sumergidos llegaron al mar caribe colombiano. Sin embargo, fue la Glocca Morra, hoy Sea Search, la que obtuvo del Director Marítimo y Portuario en 1982 el carácter de “denunciante”. Este título, a su juicio de la empresa, les concede derechos de exploración y de propiedad sobre los hallazgos.

A través de la resolución 354 del 3 de julio, el Gobierno colombiano le concedió también este estatus con base a un reporte de carácter confidencial que contiene las coordenadas de la ubicación de un tesoro o especie náufraga en el mar caribe colombiano. Esa es la base de una guerra jurídica contra Colombia, por cuenta de la cual Sea Search solicitó en 1994 la propiedad del 100 por ciento de uno de los botines más codiciados del planeta.

Desde entonces, muchos han sido los pronunciamientos, nacionales e internacionales, sobre la propiedad del galeón. Sin embargo, aún ninguno parece dar en el blanco, ni ser definitivo.

La guerra jurídica

La Corte Suprema de Justicia en el año 2007, presumiendo la legalidad de los títulos, procedió a resolver cómo debía ser la repartición del botín en caso de ser hallado: 50 % del tesoro y no del patrimonio cultural le corresponde a la firma estadounidense.

Para pedir que la justicia se pronuncie sobre la legalidad de los títulos, el profesor José Antonio Rengifo, doctor en derecho del mar de la Universidad de Londres y director de Centro de Pensamiento de mares y Océanos de la Universidad Nacional, interpuso una acción popular en el año 2012.

Para algunos expertos no es válido cuestionar los títulos después de 20 años de proferirse pues esto puede traer argumentos contra Colombia de parte de Sea Search Armada por falta de seguridad jurídica. Sin embargo, el demandante argumenta ante el Consejo de Estado que es en los títulos en donde comienza una cadena de acciones irregulares y que por eso, el Estado debe corregir sus acciones.

En medio de un mar de fallos judiciales en el país y afuera, surge la pregunta de ¿qué tan valioso puede ser el fallo del Consejo de Estado?

Lo que viene

Jurídicamente, este es el último recurso que le queda al proceso del Galeón San José. Se trata de una solicitud de revisión eventual (una especie de casación en lo penal), por la cual el alto tribunal podrá revisar todas las actuaciones en Colombia sobre ese caso.

El Consejo de Estado deberá determinar si algunos aspectos legales de mucho peso. Por ejemplo, entre los asuntos en cuestión está si hay lugar para la protección de los derechos colectivos, si hay causales para anular los títulos de la Dimar, si la recompensa para los ‘cazatesoros’ se fija con el Código Civil (como lo hizo la Corte) o con las leyes de la época. Incluso, fuentes aseguran que es muy posible que el caso genere un choque de trenes con la Corte Suprema de Justicia, por el fallo que había proferido en el pasado.

El expediente que reposa hoy en el Consejo de Estado tiene entonces un valor histórico y económico incalculable. El caso estará en manos del magistrado Hernández, un abogado que viene del Tribunal Administrativo de Caldas y que llegó a la Sección Segunda a finales del 2015. Desde entonces viene dando con sigilo importantes golpes judiciales.

Hernández fue quien presentó los proyectos de fallo con los que busca revivir políticamente a dos protagonistas de la política casi que antagónicos: Gustavo Petro y Fernando Londoño. También fue el que “rescató” a Piedad Córdoba de su sanción más dura: la que le impuso el Procurador por supuestos vínculos con las FARC, y también quien salvó la investidura del senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, de las arremetidas del uribismo.

Ahora, mientras Sean Search pelea por las coordenadas reservadas del tesoro y el Gobierno se defiende con que fue hallado lejos de éste perímetro, el Consejero de Estado se dispone a apuntar a un blanco certero que permita pasar la página de treinta años de guerra judicial.

Via: Revista Semana

WHOI fueron los descubridores del galeón San José

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Woods Hole Oceanographic Institution – WHOI los descubridores del galeón San José

Aunque cualquier empresa interesada puede ofertar, el diaro Colombiano El Espectador revela la historia de la entidad que lo encontró a finales de 2015, y es la primera opción para asociarse con el Gobierno en la tarea de subir el tesoro a la superficie.

La misma tarde del 4 de diciembre de 2015, luego de que el presidente Juan Manuel Santos anunciara vía Twitter: “Gran noticia ¡Encontramos el galeón San José!”, el científico Jeff Kaeli no se aguantó las ganas de contar lo que había estado haciendo en Cartagena durante semanas y tuiteó en inglés: “¡Es oficial! Por esta razón he estado en Colombia! ¡Encontramos el Galeón San José!”.

Jeffrey W. Kaeli fue uno de los operadores del vehículo submarino no tripulado Remus 6000 que estableció las coordenadas exactas para confirmar que se trataba del galeón español hundido por los ingleses cerca de las Islas del Rosario el 8 de junio de 1708.

Dos días después la investigadora oceánica Amy L. Kukulya, amiga de Kaeli, reconfirmó en Twitter: “En Colombia se descubre el naufragio del legendario galeón español, encontrado por mis colegas @Whoi @remusauv”. La científica Loral O’Hara también dejó constancia de las buenas noticias desde “Columbia”: “@WHOI y Remus reportan descubrimiento del legendario galeón San José”. Horas después el propio Grupo Remus admitió: “Los Remus 6000 que faenan en aguas colombianas han encontrado los restos del naufragio del San José, 307 años después de su hundimiento”.

Testimonios como estos responden la pregunta que el Gobierno Nacional no ha respondido: ¿Quién encontró, con el apoyo de la Armada Nacional de Colombia, el naufragio? -El proceso de búsqueda y localización del “santo grial de los galeones de la Colonia” ha estado cobijado por el secreto que en esta fase prevén las normas de asociación público-privada con que se formalizará la operación de rescate antes de que termine 2017-.

Fue el Whoi, que es la sigla de la Woods Hole Oceanographic Institution, la firma de investigación oceanográfica privada más grande del mundo. La misma prestigiosa entidad que pasó a la historia por el descubrimiento del Titanic en septiembre de 1985, fruto de un trabajo paciente, respaldado por tecnología de punta, exhibida a cualquier turista en su sede principal en el pueblo de Woods Hole, Massachusetts, costa atlántica de Estados Unidos, cerca de Nueva York. Allí funciona el centro de educación e investigación Whoi, donde trabajan científicos de todo el mundo, incluidos colombianos financiados por Colciencias, comprometidos con la filosofía de quienes lo fundaron en 1930: explorar todos los océanos del planeta para beneficio de la humanidad y, en teoría, sin ánimo de lucro.

Como si se tratara de un parque de Disney, cualquiera puede recorrer la exposición sobre la emocionante búsqueda del Titanic y tomarse selfies en las réplicas del Knorr y el Alvin, los submarinos que localizaron y detallaron el famoso buque que se hundió en el Atlántico Norte a comienzos del siglo XX. Seguramente el hallazgo del San José se convertirá allá en una próxima atracción.

Una vez la Armada Nacional verificó que se trataba de los mejores oceanógrafos, durante 2015 designó al buque ARC Malpelo, el más moderno del país, para apoyar las labores en alta mar. El monitoreo del lecho marino del archipiélago del Rosario se dirigió con el Seabed Prince, “Príncipe de los fondos marinos”, un buque rojo y blanco, operado por la empresa Swire Seabed AS, construido en 2009 y parte del grupo Swire Pacific Offshore (SPO) desde febrero de 2012.

Desde su cubierta se manejaron vehículos no tripulados, cámaras de alta resolución submarina Schilling HD35, otras de la Inside Pacific Inc., aparte de otros equipos de precisión de la Palfinger Marine y Emepc 2094. Operarios con el emblema de Swire Seabed aparecen en los videos difundidos por el Gobierno desde finales de 2015, con uniformes color naranja, manipulando equipos UTEC DA 4G O 40. Había 70 tripulantes extranjeros.

A la plataforma de ese barco llegó el presidente Santos en el helicóptero de la Armada ARC 228, para recorrerlo bajo la guía de Ernesto Montenegro, director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh) y cerebro de la operación del lado colombiano. En la sala de mando lo pusieron al tanto del primer año de la fase de prospección: le mostraron los planos levantados del San José, con resaltados amarillos y morados, dependiendo de si se trataba de información confirmada o por confirmar, y en letras verdes las zonas de exploración marcadas con letras mayúsculas A y B, en las que se observan anotaciones como “verificar si hay palanquetas o enramadas”. Cada dato es confrontado con los documentos originales y sellados de la historia del galeón, digitalizados en el Archivo de Indias de Sevilla, España, donde está la historia de cada embarcación oficial de la Colonia, desde su fabricación hasta su hundimiento, así como el manifiesto de carga y hasta su inventario de cerraduras y llaves, así como la relación de tripulantes y viajeros.

Para cada objetivo, desde las arcas con tesoros, pasando por el armamento, hasta los restos humanos y las porcelanas, hay mapas de base, divididos por áreas delimitadas en gráficas digitales azules, con zonas amarillas y rojas marcadas por los sonares. Especialistas en mecatrónica, robótica, oceanografía, química y física aportan información. Una vez se decida el contratista que completará la asociación público-privada, la “exhumación” demandará unos seis meses.

Por ahora, quien tiene la primera opción es el Whoi, por ser el descubridor, el que arriesgó su capital para demostrar que podía hallar el San José. Sin embargo, el Gobierno convocó una audiencia pública en Cartagena el pasado 14 de julio para explicar que cualquier empresa interesada y calificada puede hacer una oferta para el rescate.

Del proceso está pendiente la firma estadounidense Sea Search Armada, porque desde 2007 la Corte Suprema de Justicia la declaró la descubridora de un naufragio que sería el San José -en coordenadas denunciadas por SSA desde 1982 y ratificadas por la Armada Nacional-, con derechos sobre la mitad de lo que se considere tesoro, es decir, los elementos repetidos o que no sean calificados como patrimonio sumergido inalienable por el Consejo Nacional de Patrimonio.

Según dijo el abogado de SSA, Danilo Devis, ellos no se presentarán como ofertantes, sino demandarán al gobierno y a su contratista y, mientras la disputa judicial por el San José se define, pedirán el embargo de cualquier objeto que sea subido a superficie. SSA ha intentado desde hace diez años realizar el rescate por su cuenta, con autorización colombiana, pero le han negado la expedición al lugar, en el caso del gobierno Santos porque asegura que localizó el galeón en un sitio distinto al que los norteamericanos habían reportado.

Ellos insisten en que vendrán en buques con bandera de Estados Unidos, el presidente Donald Trump notificado de por medio, para hacer valer sus derechos. La Armada colombiana activó anillos de seguridad y la ministra de Cultura, Mariana Garcés, será la encargada esta semana de hablar por primera vez del papel del Whoi y del futuro del naufragio que se convertirá en museo en Cartagena.

El Whoi se ha concentrado durante los últimos años en entender cómo afecta y afectará al mar el cambio climático, y las consecuencias sobre los seres humanos. La institución forma los científicos más importantes a nivel oceanográfico del mundo. Las mil personas con las que trabaja se especializan en vida oceánica, océano costero, océano y cambio climático, y exploración de los fondos oceánicos. Este último departamento es el que estaría encargado de ejecutar un acuerdo de trabajo con el Gobierno de Colombia para asesoría y transferencia de tecnología en todo el proceso de georreferenciación, inventario, estudio y rescate del galeón San José luego de 35 años de frustraciones y litigios.

Por eso el presidente Santos dijo el 5 de diciembre de 2015 que para esta misión lo asesoró del dream team de los océanos, como llaman al equipo que encontró el Titanic: científicos del Instituto de Arqueología Náutica estadounidense, de la Oficina Nacional de Santuarios Marítimos, del Centro de Recursos Submarinos y del ya mencionado Woods Hole, sumaron esfuerzos para garantizar el éxito de la expedición oceánica más exigente y de la cual hemos visto documentales desde que localizaron el naufragio hasta que lo reconstruyeron digitalmente en tercera dimensión sentando las bases de la arqueología marina moderna. Quienes trabajan en el proyecto San José, como en el Titanic, firmaron “cláusulas de reserva”.

Para una fuente de la Armada Nacional, que pidió omitir su nombre, conocer a estos expertos ha sido un honor. Aprendió cómo se halló y se sigue aprendiendo del Titanic, modelo que se está usando en el caso colombiano, aunque el trasatlántico está a casi 4.000 metros de profundidad y el galeón a mil.

La flota del Whoi incluye dos Remus 6000 y los robots Knorr y Alvin, aparte de los ultramodernos buques oceanográficos R/V Atlantis y R/V Oceanus, que cuentan con el apoyo, si lo piden, de la Marina de Estados Unidos. En caso de que se requiera submarino tripulado, el Whoi ofrece el R/V Tioga, un vehículo a control remoto por cable llamado Jason/Medea y vehículos autónomos como el Explorador Béntico Autónomo y el Seabed.

Desde que se fue a pique en 1912, con 2.224 pasajeros a bordo, el Titanic estuvo perdido casi un siglo en el fondo del mar hasta que, en septiembre de 1985, los restos fueron encontrados por el equipo liderado por Robert Ballard, científico que también habría sido consultado para oír su opinión sobre la forma como debe abordarse el San José. Desde el Knorr, Ballard ubicó al Titanic con base en la información del robot no tripulado Argos, que durante diez días había hecho un barrido del suelo marino.

En total se han hecho nueve expediciones al que se convirtió en el sepulcro de 1.514 personas y cada vez se desarrollaron más las posibilidades del Remus 6000 y del Remora 6000, los submarinos con aspecto de torpedo, no tripulados y que ahora están al servicio del proyecto del Gobierno de Colombia, equipados con cámaras fotográficas, de video, radares y sonares de última generación, que permiten levantar un mapa tridimensional.

La “metodología Titanic” será la base para el trabajo en el San José al menos durante los próximos cinco años, explica un arqueólogo submarino que asesora al Gobierno en la etapa de prospección. Para imaginar lo que viene, me invita a revisar la edición sobre la “Expedition Titanic 2010” que publicó la revista de la National Geographic en 2012.

A la hora de procesar fotografías el Whoi pone a disposición su Laboratorio de Imagen y Visualización Avanzada. Bill Lange es quien lo dirige y confronta los datos de los submarinos a control remoto ROV con los de los autónomos conocidos como AUV. Gracias a esa fusión reconstruye escenarios vedados al ojo humano.

El primer paso es crear una base de datos a partir de las evidencias del lugar, que se cruza con la base de datos que ya se tiene sobre la historia del galeón. De esta manera no se cometerán errores que afecten el patrimonio sumergido a la hora de intervenir el naufragio. Pieza por pieza, cañón por cañón, objetos, metales como oro y plata, piedras preciosas, tal vez partes del casco, se irán catalogando allí y subiendo a la superficie “entre algodones” para ser sometidos a un proceso de conservación antes de cualquier tipo de exhibición.

¿Quiénes más integraron ese dream team del que se está sirviendo Colombia?

Gregory Packard, director del Laboratorio de Sistemas Oceánicos del Whoi, fue “el mago” que operó los Remus 6000 hasta lograr las condiciones de iluminación y telemetría requeridas para una profundidad donde el océano sólo ofrece oscuridad, y David Gallo, director de Proyectos Especiales del Whoi lideró la expedición Titanic 2010 junto a arqueólogos de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (Noaa) y representantes del Instituto Waitt, fabricante de los Remus. Además, se habla de la firma Hydroid Inc., especializada en submarinismo arqueológico y registrada en Pocasset, Massachusetts, división de la multinacional norteamericana Konsberg Maritime.

Sea porque van a trabajar con el gobierno de Juan Manuel Santos o porque saben de la importancia científica del hallazgo del San José, estos cerebros, en su mayoría estadounidenses y británicos, han puesto en sus radares a Colombia. Vaticinan que el San José se convertirá en “el Titanic del siglo XXI” camino a la elaboración del primer mapa tridimensional de galeones hundidos. “El mar Caribe colombiano es el mayor camposanto (no olvidan a los miles de tripulantes ahogados) de las cápsulas de tiempo que permitirán recuperar la memoria de la época posterior al descubrimiento de América”.

El arqueólogo explica que a ese nivel de conocimiento, la mayoría de investigadores submarinos se conocen y se apoyan, razón por la cual terminan encontrándose en escenarios similares. Tal fue el caso del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, desaparecido el 8 de marzo de 2014 y que no ha podido ser localizado en el océano Índico.

Otra experiencia traída a Colombia donde sí pudieron probar una vez más las ventajas de los Remus 6000 fue en la búsqueda del vuelo 447 de Air France que se perdió en el Atlántico después de despegar de Brasil rumbo a Europa, con 228 pasajeros a bordo la noche del 31 de mayo de 2009. El lugar de impacto en el océano era desconocido y para encontrar las cajas negras y los restos hubo que reunir a oceanógrafos de 11 institutos que trabajaron basados en la última señal de navegación que había transmitido la computadora del avión. Teniendo en cuenta las corrientes oceánicas, que también serán otro factor importante para evaluar la posición y acometimiento del San José, delimitaron un área de búsqueda de 750 millas cuadradas.

Las principales herramientas de precisión fueron estos vehículos submarinos autónomos que pesan 1.900 libras y pueden viajar 22 horas continuas, a velocidad promedio de seis kilómetros por hora, para permitir escaneo a un ritmo de media milla de terreno por pasada. Allí estuvo, como en el caso del Titanic, Dominique Rissolo, director del Instituto Waitt, para verificar que los aparatos estaban usando a tope los sonares de visión lateral para armar el mapa del lecho e identificar objetos anómalos hasta descubrir los restos del avión y de los pasajeros.

A este tipo de estudios se refirió el presidente Juan Manuel Santos cuando explicó que el sonar había detectado en principio miles de anomalías en el terreno y se mantuvo el rastreo hasta que 30 fueron catalogadas como de origen antrópico, es decir, cultural, y entre esas estarían seis, una correspondió al San José y las otras a posibles naufragios de varias épocas.

Son técnicas perfeccionadas por Andrew J. Sherrell, uno de los tres genios de sonar más experimentados del mundo, en inglés un Lead Sonar Analyst de categorías 1 y 2, que presta servicios a través de Sherrell Ocean Services, con la que participó en la búsqueda del vuelo MH370. Es graduado en ingeniería oceánica del Instituto de Tecnología de Florida y se hizo conocido como empleado de Oceaneering International Inc. y del Harbor Branch Oceanographic Institute.

David Gallo, el director de proyectos especiales del Whoi, lo calificó vía Twitter como “el mejor experto en sonar con el que he navegado”. Lo llama “El señor de los pings”, en relación con el talento que tiene para manejar los programas computarizados de los submarinos en asociación con los sonares. Los pings tienen que ver con una señal sonora que se envía para detectar si hay algún obstáculo; si ésta vuelve significa que hay algún cuerpo o barrera en la trayectoria de la transmisión. Así se puede calcular la distancia del objeto detectado mediante el tiempo que tarda en retornar la señal.

En los videos difundidos por el gobierno se dice que “la historia del galeón saldrá a flote y revelará todos sus secretos”. Esperemos que sea cierto.

* Autor del libro “El galeón San José y otros tesoros. Relatos de intrigas y conspiraciones” (sello Aguilar).

Via el Espectador Colombia

Inversionista se encargará de extracción del Galeón San José

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Inversionista se encargará de extracción del Galeón San José

El Presidente Santos dijo ya hay una “propuesta” que cumple con los “más altos estándares”.

El presidente Juan Manuel Santos anunció este miércoles que a través de una asociación público- privada se iniciarán los estudios para la extracción del Galeón San José.

“Hoy puedo anunciar a Colombia y al mundo que, luego de más de dos años de estructuración, ya contamos con una propuesta que cumple con los más altos estándares científicos, tecnológicos y financieros requeridos para el conocimiento del patrimonio cultural”, afirmó el Presidente.

Según Santos, se trata de un inversionista que se encargará de sacar el buque del fondo del mar y garantizará un proceso “respetuoso con los valores históricos y patrimoniales del galeón”.

El Galeón San José fue hallado en diciembre de 2015, tras haber estado sumergido en el fondo del océano por más de 300 años. No se sabe con exactitud la riqueza que contenga la nave.

Fotografía del "mapa secreto" que permitió hallar el Galeón San José
Fotografía del “mapa secreto” que permitió hallar el Galeón San José

El mandatario también anunció que “el inversionista está dispuesto a contratar a los mejores del mundo para esta misión” y que los recursos para esta misión saldrán de una alianza entre el sector público y el sector privado.

“Nadie en el mundo ha propuesto una intervención científica de esta magnitud”, afirmó Santos y agregó que esta se podrá hacer gracias a la ley que regula el patrimonio sumergido del país.

Invitación del 5 de julio para dar a conocer avances de la investigación, exploración y divulgación de la extracción del Galeón San José
Invitación del 5 de julio para dar a conocer avances de la investigación, exploración y divulgación de la extracción del Galeón San José

Lea el resumen de sucesos históricos del Galeón San José

A continuación ofrecemos el video oficial del evento:

Via El Tiempo

Cartagena será la sede del museo para el Galeón San José

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Esta semana se conoció que el ministro de Justicia de español Rafael Catalá viajó a Colombia a tratar diversos temas entre los que se ha incluido principalmente el futuro del Galeón San José recientemente hallado.

En declaración al diario El Tiempo, el ministro Catalá indica que:

“Tenemos unas relaciones entre España y Colombia extraordinarias, de pasado compartido, de realidad presente, con mucha cercanía y simpatía, no de tensión o conflicto. En ese contexto, el caso del galeón San José hay que abordarlo desde el diálogo: no se trata de ver quién tiene más derecho, basado en un convenio internacional. Estoy seguro de que cada uno puede alegar (derechos).

Nosotros podemos decir que ese buque es español, pues según el derecho internacional un barco tiene la nacionalidad de la bandera que lleva cuando se hunde. Ahí están enterrados cientos de españoles que fallecieron con ocasión del naufragio, y por lo tanto nosotros pensamos que lo mejor que se puede hacer con un barco hundido es respetar el patrimonio cultural que eso significa y dejarlo donde está.

Quizá recuperar algunas muestras para que tenga un valor museístico, crear incluso un museo y que se pueda generar un entorno turístico de submarinismo asociado al galeón. Se pueden hacer muchas cosas que estoy seguro que los expertos son capaces de identificar”

Ahora, ¿recuperarlo por un supuesto valor económico del tesoro? Ese valor se lo gastará cualquiera, España o Colombia, en uno o dos años, y el galeón desaparecerá. Si sigue allí, dentro de 50 años nuestros nietos podrán conocer ese patrimonio cultural, un patrimonio cultural de todos”

Creación de un museo en conjunto

Esta decisión propuesta por España va en el mismo sentido del camino elegido por Colombia para crear un museo en Cartagena con los restos del galeón, el beneficio sería mutuo para los dos países, en especial para Colombia ya que los ingresos generados por este museo para el turismo sería de gran beneficio para el desarrollo económico de la ciudad y aportes para el mismo.

El Galeón San José fue construido en España más específicamente en Usurbil y aprestado en Pasajes por Pedro de Aróstegui, este se hundió con unas 570 personas a bordo en costas colombianas.
El Galeón San José fue construido en España más específicamente en Usurbil y aprestado en Pasajes por Pedro de Aróstegui, este se hundió con unas 570 personas a bordo en costas colombianas.

Colombia dice no tener una “reclamación formal” de España por Galeón San José

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No hay una reclamación formal de España por Galeón San José

La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, aseguró hoy que el país no ha recibido una “reclamación formal” por parte del Ejecutivo español en referencia al galeón San José, hundido a comienzos del siglo XVIII frente a las costas de Cartagena de Indias.

“Tuvimos una conversación con el Gobierno español cuando se encontró el galeón y no hemos vuelto a hablar del tema, por ahora no hay tampoco ninguna reclamación formal por parte del Gobierno español y esperamos que entiendan las explicaciones que dimos en su momento”, dijo Holguín en declaraciones a periodistas en Cartagena.

El navío español San José se hundió en las aguas colombianas cargado con oro, plata y piedras preciosas procedentes de los antiguos virreinatos de la Nueva Granada y del Perú el 8 de junio de 1708 tras una batalla en el Caribe con corsarios ingleses.

El galeón fue localizado en 2015, generando desde entonces una disputa diplomática entre los Gobiernos de Madrid y Bogotá, ya que ambos reivindican la titularidad del navío.

En este sentido, Holguín apuntó hoy que “todo lo que se encuentre en territorio colombiano es de Colombia” y apostó por la creación de un museo en el país que exhiba los tesoros rescatados del fondo del mar.

Este miércoles, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que se rescatará el galeón mediante una alianza público-privada.

España ha reclamado derechos sobre el galeón al considerarlo “barco de Estado” y como tal cuenta con inmunidad soberana reconocida por el convenio de Naciones Unidas de derecho del mar.

Dicha reivindicación no ha sido atendida por el Gobierno colombiano, que, no obstante, expresó en varias ocasiones su voluntad de alcanzar un acuerdo “amistoso” con la antigua metrópoli.

Los derechos sobre el pecio son reclamados además por la empresa cazatesoros estadounidense Sea Search Armada (SSA) que alega haber ubicado el lugar del naufragio hace más de 30 años y pide que se le permita iniciar el rescate del galeón.

EFE

Piden tumbar resolución que ordena compartir tesoro del Galeón San José

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Piden tumbar resolución que ordena compartir tesoro del Galeón San José

El Consejo de Estado pidió este jueves anular la resolución por la que la Dirección General Marítima y Portuaria (Dimar) le había otorgado pleno derecho sobre los tesoros del Galeón San José a la Glocca Morra Company, que luego cedió sus derechos a la sociedad Sea Search Armada.

La ponencia que ya está en manos de los magistrados de la Sala Plena del alto tribunal señala que deben ser amparados “los derechos e intereses colectivos a la moralidad administrativa, la defensa del patrimonio público y del patrimonio cultural de la Nación, en especial al patrimonio cultural sumergido”.

Esto porque la resolución de la Dimar le quita derechos a Colombia sobre el galeón, hundido con una valiosa carga el 7 de junio de 1708 cerca de Cartagena y que fue encontrado en diciembre de 2015.

La ponencia hace énfasis en que esos derechos se encuentran gravemente amenazados y en peligro por la resolución 354 del 3 de junio de 1982 expedida por la Dimar que reconoció “en calidad de denunciante de tesoros y especies náufragas” a la sociedad Glocca Morra Company.

Además, agrega en que con esa acción la Dimar incurrió “en abuso o desviación de poder que vulnera directamente los principios constitucionales, convencionales y corpus iuris de protección al patrimonio cultural sumergido, y también desconoció las competencias del Consejo de Monumentos Nacionales; incurrió en el vicio de expedición irregular del acto administrativo y violó de manera directa el artículo 14 de la Ley 163 de 1959”, precisa la ponencia del Consejo de Estado.

El documento es parte del estudio de una acción popular instaurada por el señor Antonio José Rengifo en el 2002 a propósito de una larga pugna entre Colombia y la Sea Search Armada que tomó relevancia luego de que el Gobierno colombiano anunciara su hallazgo.

Esa empresa reclamó en 1989 una suma cercana al billón de pesos solicitando “el 100 por ciento de los bienes de valor económico, histórico, cultural o científico que tuvieran la calidad de tesoros para el caso de lo que se encontrara en la plataforma continental” o dentro de las coordenadas que habían quedado consignadas en un reporte confidencial de 1982.

Cinco años después un juez de Barranquilla resolvió que los tesoros corresponderían en un 50 por ciento a Colombia y en otros 50 por ciento a la compañía Sea Search.

Sin embargo, de ser aprobada esta ponencia del Consejo de Estado quedaría sin piso esta decisión.

“La enunciada medida cautelar en caso de tener alguna vigencia en la actualidad, debe dejarse sin efecto alguno, por cuanto representa una clara contradicción con los fundamentos que inspiran la protección al patrimonio cultural sumergido de la Nación, que los excluye de toda clase de apropiación por parte de particulares y, como es lógico, no pueden garantizar un derecho litigioso”, se lee en el fallo.

El proyecto de fallo solicita además que se unifique la jurisprudencia sobre el tema para que se entienda que “si son actuales y persistentes los efectos jurídicamente nocivos, los derechos e intereses colectivos son amparables, aun cuando los hechos que dieron origen a la vulneración o amenaza fueran anteriores a la Constitución Política de 1991″, indicó.

Colombia informó el 5 de diciembre del año pasado que personal de la Armada Nacional halló el galeón, que transportaba, al momento de ser hundido, en 1708, 11 millones de monedas de oro, miles de lingotes de este mismo metal, barras de plata y esmeraldas, entre otros tesoros, según rezan las leyendas.

Via: El Tiempo Colombia

Estiman 3 años para recuperar contenido del Galeón San José

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Excavación en el galeón San José duraría de dos a tres años

El proceso, que debe adelantarse a más de 700 metros de profundidad, requiere tecnología robotizada y debe tener un meticuloso registro arqueológico.

Con el fallo del Consejo de Estado que ratifica lo dicho antes por las otras dos altas cortes, la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional, hay una mayor seguridad jurídica y administrativa sobre la propiedad de la Nación colombiana de los hallazgos que se puedan hacer en el galeón San José, que se encuentra sumergido en las costas de Cartagena.

De acuerdo con el profesor José Luis Socarrás, director de la carrera de arqueología de la Universidad Externado de Colombia, la decisión tomada por el Consejo de Estado es un importante respaldo a los pronunciamientos anteriores.

“Es la tercera corte que se pronuncia en el mismo sentido, señalando claramente que el contenido y los bienes que se encuentren en el Galeón u otros naufragios son inalienables, inembargables, imprescriptibles, y que pertenecen a la Nación colombiana. Lo que hace realmente es ratificar esos fallos que ya existían”, explica Socarrás.

¿QUÉ HABRÍA AL INTERIOR DEL GALEÓN?

Con este respaldo del máximo tribunal de lo contencioso administrativo, Colombia ratifica su propiedad sobre los elementos que se encuentren en el punto arqueológico determinado por el área circundante al naufragio del galeón que fue hundido en el siglo XVIII. Si bien se dice que para ese momento a bordo de la embarcación se encontraba un importante cargamento de metales y piedras preciosas, también hay importantes elementos con valor histórico, cultural y arqueológico en su interior.

“El contexto arqueológico en el que estamos, está conformado por los sedimentos en los que se encuentra la embarcación, por la estructura misma del barco (componente fundamental en el sentido arqueológico) y están los objetos muebles que responden a la carga de la embarcación, de los pasajeros y la tripulación. Eso incluye una infinidad de objetos”, indica el académico.

“También hay evidencias de armas, como los cañones de la embarcación, espadas y otras armas cortas”, detalla Socarrás.

Agrega que “hay un cargamento importante de lingotes, monedas de oro y plata, y probablemente piedras preciosas, como esmeraldas, que es alrededor de lo cual más se polemiza y se habla en medios. Para los arqueólogos, estamos hablando de un contexto en el que, además de estos bienes muebles, está la estructura del barco y el contexto mismo que contiene el sitio arqueológico”.

ESTE ES UN PROCESO ÚNICO

El director del programa de Arqueología de la Universidad Externado afirmó que el rescate de los elementos y del galeón como tal constituyen un ‘proceso único’ pues sería la primera vez que se aborda, con criterios eminentemente científicos, una embarcación de esta envergadura y a esta profundidad.

“Se estima que el galeón se encuentra a más de 700 metros de profundidad en las aguas del Caribe, y por lo tanto se requiere tecnología robótica y de sensores remotos para extraer los objetos del lecho marino”.

A estas condiciones extremas de trabajo se suma el proceso que debe hacerse con el mayor cuidado para lograr la extracción de los elementos sin eliminar la información de importancia histórica y cultural.

“No sabemos cuánto dure la investigación arqueológica, de todas maneras todo proyecto de arqueología tiene unos tiempos muy dilatados debido a que la excavación arqueológica implica destrucción. Un arqueólogo mientras excava el contexto lo va destruyendo, por lo tanto tiene que hacer procesos minuciosos de registro fotográfico, de dibujo y de video, para garantizar la integridad de ese contexto a la hora de hacer las interpretaciones. Yo estimo que el proyecto pueda durar dos o tres años de investigación continua”, aseguró el profesor.

Rescate del Galeón San José con una alianza público-privada entró en su recta final

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Rescate del galeón San José avanza contra viento y marea

La decisión de rescatarlo por medio de una alianza público-privada APP entró en su recta final. Así será el pago, rescate y destino final de lo que emerja de esta legendaria embarcación. Mitos y verdades.

El sigilo, confidencialidad y precaución con que el gobierno ha manejado el rescate del galeón San José se ha prestado para todo tipo de rumores y equivocaciones. Los expertos y países que están en desacuerdo con esta operación los han usado para sembrar en las últimas semanas nubarrones sobre una de las operaciones arqueológicas sumergidas más importantes hechas en el mundo.

En juego no solo está el destino final de la carga, los elementos que aún quedan de la embarcación y los secretos que los vestigios puedan revelar sobre esa época. La verdadera disputa se centra en las consecuencias que tendrá el camino solitario que Colombia tomó para preservar y recuperar las numerosas embarcaciones que yacen en sus mares. Esa ruta se enfrenta a la que España, Francia, algunos miembros de la Unesco y otras naciones han tratado de imponer en el mundo: que las embarcaciones de Estado y sus cargas, sin importar la época y el lugar, pertenecen a la nación de su bandera. Y, frente a cualquier intento por sacarlo de forma no científica, algo que también es motivo de debates, lo mejor es conservarlas in situ.

No es nueva la decisión soberana de Colombia de rescatar estas embarcaciones, que reposan en sus aguas, a las que considera parte de su patrimonio cultural sin importar su procedencia o bandera. Sí lo es que nunca había estado tan cerca de rescatar uno de estos grandes galeones, como el mítico San José, uno de los navíos que dejaron el pecio (término técnico que designa a los restos de un naufragio) más valioso conocido de la época colonial.

El 25 de mayo se cierra el plazo para que las empresas interesadas se presenten al proceso de selección de la alianza público-privada (APP), que definirá quién financiará y trabajará con el Estado. El trabajo incluye hacer las excavaciones arqueológicas sumergidas; extraer los bienes y elementos fundamentales, y conservarlos y exhibirlos en un nuevo museo situado en Cartagena.

El inversionista deberá asumir en su totalidad -como ha ocurrido hasta ahora- todos los costos, estimados en 60 millones de dólares, pero también los sobrecostos y riesgos.

Tras casi tres años de trabajos técnicos y científicos, la empresa británica Maritime Archaeology Consulting Switzerland AG (MACS) entregó la información y financió los 6,1 millones de dólares que costaron los trabajos que realizó con apoyo de la Armada, el Ministerio de Cultura y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icahn). También estructuró la APP durante tres años, y todo ello hace que sea el más probable ganador de la escogencia.

Un largo camino

Este capítulo comenzó en 2014 cuando el historiador y antropólogo cubano-norteamericano Roger Dooley le dejó un regalo al presidente Juan Manuel Santos en una reunión diplomática en Estados Unidos. Se trataba de un mapa antiguo del Caribe colombiano en el que aparecía la ubicación secreta del San José. Al principio nadie tomó en serio el regalo, pero después el Ministerio de Cultura y el Icanh se encargaron de reunirse con el equipo de Dooley, quien trajo documentos nunca antes conocidos de los archivos de La Habana, Jamaica y España. El lugar del naufragio aparecía como una isla que no existe.

Entonces, el proceso comenzó en serio. Dooley consiguió al inversionista inglés Ross Kevin Hyett, quien aceptó financiar la expedición a todo riesgo, para adelantar las exploraciones. Tras una larga etapa jurídica y de planeación mantenida como secreto de Estado, pero totalmente registrada en actas y grabaciones, los investigadores definieron el polígono a explorar y las autoridades dictaron las medidas necesarias, como la Resolución 1456 del 26 de mayo de 2015 del Ministerio de Cultura.

Como se trata de un equipo reservado, el gobierno contactó a su homólogo estadounidense para que le facilitara el acceso a un vehículo submarino autónomo (AUV, por sus siglas en inglés) dotado de sonar y cámaras. Washington autorizó a la empresa Woods Hole Oceanographic Institution, que se lo alquiló al gobierno a razón de 100.000 dólares diarios. El ARC Malpelo, con ese y otros equipos, zarpó de Cartagena en junio de 2015. Además de la gente de la Armada y del director del Icanh, Ernesto Montealegre, a bordo estaban Dooley; Gary Kozac, investigador encargado del sonar que trabajó en la exploración del Titanic; y Mike Purcell, operador del AUV, entre otros.

Todos los tripulantes firmaron una estricta cláusula de confidencialidad. Al cabo de tres semanas, luego de barrer la mitad del polígono y cerca de devolver el AUV, no apareció ninguna anomalía en el lecho marino. La expedición había gastado 4 millones de dólares sin éxito y la continuidad del proyecto estaba en entredicho. El último día llamaron a Hyett, quien dijo: “En la otra mitad está el ciento por ciento”. De inmediato programaron una nueva expedición que zarpó en noviembre, para explorar el segundo polígono. El primer día de exploraciones apareció una gran anomalía, que tras un par de días más, se comprobó. Era el San José.

La tripulación estuvo cuatro días en altamar incomunicada, para que no se filtrara la información. Por fin hablaron, en desarrollo del protocolo acordado, con Mariana Garcés, ministra de Cultura, que estaba en Providencia. Luego, ella le comunicó la noticia al presidente, que estaba en un viaje oficial en Europa. Tras su regresó le anunció al país el hallazgo del mítico San José, el 4 de diciembre de 2015.

Con el hallazgo, comenzó el trabajo de estructurar la operación científica, a la par de los puntos fundamentales de una alianza público-privada. “Hemos impuesto los más estrictos protocolos y procedimientos porque para nosotros el San José no es un botín, sino una pieza fundamental de nuestra historia colonial. Lo que hagamos va a marcar nuestro camino, y seguramente el de otros países, acerca de cómo hacer estas operaciones arqueológicas sumergidas. Puedo decir que difícilmente algún país, incluso miembro de la Unesco, tiene un camino como el que diseñamos”, dijo el director del Icahn.

“Fueron tres años de intensa negociación, en muchas ocasiones todo estuvo a punto de romperse por nuestras exigencias o las de los ingleses. Teníamos claro que ante todo debíamos proteger el patrimonio”, reveló una fuente que hizo parte del equipo.

Si bien MACS hizo el denuncio y tiene prelación, todo el proceso se adelanta como una especie de licitación, en el que cualquiera puede presentarse. En caso de que otra empresa haga una mejor propuesta, MACS tiene el derecho de mejorarla. Pero si esto no ocurre, quien gane el concurso deberá seguir lo ya acordado y reembolsarle los gastos incurridos hasta ahora.

El contrato establece que el operador se compromete a invertir 197.727 millones de pesos o su equivalente en dólares para excavar, recolectar y conservar los vestigios encontrados en el yacimiento; construir un laboratorio especializado en arqueología marina y un museo (que la empresa administrará y usufructuará durante tres años); y hacer procesos de transferencia tecnológica al país.

Al contrario de lo que se ha dicho, no recibirá el 90 por ciento de todo lo que no sea patrimonial, es decir, lingotes de oro y plata, monedas y piedras preciosas. En las negociaciones definieron una escala de cuatro rangos que establecen su retribución. En el primer rango se contempla que mientras lo encontrado en bienes no supere 455.739 millones de pesos, el operador recibirá el 45 por ciento. En adelante, entre 455.739 y 911.478 millones de pesos, el operador recibirá el 40 por ciento. Cuando lo rescatado oscile entre 911.478 y 1.519 billones de pesos, la empresa se quedará con el 10 por ciento. Y a partir de esta última cifra, la Nación se quedará con el cien por ciento del resto.

Como explica uno de los estructuradores de los rangos, “los porcentajes no son acumulativos, por lo tanto no le entregaremos el 95 por ciento de los bienes no patrimoniales del galeón. Esta fórmula se diseñó para que al final el concesionario reciba máximo el 30 por ciento de los bienes no patrimoniales y el 8 por ciento de los patrimoniales y no patrimoniales que recibirá el gobierno”. El generador de la APP recibirá monedas, lingotes y piedras preciosas, pero dentro de las negociaciones el gobierno estableció que puede recomprar cualquier pieza por su mismo valor o hasta el 25 por ciento de la parte que le corresponde al operador. Esto, para garantizar la conservación del patrimonio cultural. El Estado debe decidir qué hará con su parte no patrimonial, lo que sin dudas abrirá nuevas polémicas.

El debate sobre el rescate del galeón San José se ha centrado en el valor de la carga, que según los estudios puede ser de 10 millones de pesos de la época. Sin embargo, “más allá de los metales y piedras preciosas, el barco encierra un incalculable valor patrimonial que hemos tenido siempre presente a la hora de estructurar la APP. Nosotros dejamos claro en el pliego que este proyecto debe procurar la preservación de los bienes patrimoniales”, explica la ministra de Cultura.

Los trabajos por recuperar los vestigios durarán entre 3 y 6 meses. El barco tendrá una tripulación de 80 personas y Roger Rusel y un miembro del Icanh codirigirán el proyecto. La concesionaria siempre tendrá que consultar decisiones con el gobierno colombiano.

Una vez en el sitio de la excavación, el equipo instalará un sistema para permitir que 3 ROV se ubiquen en el yacimiento, disperso en un área de alrededor de 250 metros de ancho y 700 metros de largo (ver infografía). Los arqueólogos decidieron zonificarlo con el fin de comprender el proceso de formación del sitio y aplicar técnicas (excavación estratigráfica en profundidad y en extensión, recolección superficial, entre otras), seguidas por la reconstrucción tridimensional del sitio y el registro en alta resolución de cada uno de los bienes extraídos.

Todo lo excavado y extraído será grabado e inventariado mediante un software especializado, con un altísimo nivel de seguridad en el que nadie puede hacer alteraciones. Se depositará en unas cajas con un gel especial. Estas cajas, bajo estrictas medidas a cargo de la Armada, irán al laboratorio para su tratamiento, conservación y exhibición en la base naval, custodiadas por tres anillos de seguridad. En otras palabras, la posibilidad de hurto o pérdida es cero.

Las próximas semanas son cruciales para el gobierno y para Colombia, que deberá enfrentar la batalla que se avecina con España, la Unesco y otras países que quieren quedarse con el San José y alguno de los más de 1.100 naufragios que hay en los mares y ríos nacionales. Una batalla que tiene su frente interno en la campaña de un grupo de antropólogos y la Procuraduría, que consideran que hay que rescatar al San José con recursos públicos y no por medio de una APP.

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Via: Semana.com

Nuevo libro el Galeón San José y otros tesoros

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Fue presentado el nuevo libro: el Galeón San José y otros tesoros

El escritor Héctor Abad Faciolince, autor de libros de memoria histórica como “El olvido que seremos” y columnista de El Espectador, presentó esta semana en la Universidad Eafit, en Medellín, el libro “El galeón San José y otros tesoros” (sello editorial Aguilar). En charla con Nelson Fredy Padilla, autor de la investigación fruto de una obsesión de más de quince años, hablaron de periodismo de largo aliento, crónica, literatura e historia.

Según Padilla, editor dominical del diario El Espectador, la obra “es un viaje de aventuras que, sin saberlo, surgió hace 17 años cuando tuve el privilegio de trabajar con Gabriel García Márquez en la revista Cambio y una mañana le pregunté por qué incluyó un galeón como imagen de portada de la primera edición de “Cien años de soledad” y en el argumento. Por eso el primer capítulo es un homenaje a él y a la forma cómo usó luego el galeón San José en “El amor en los tiempos del cólera” y sus inquietudes marítimas en un cuento”.

No es un trabajo que surgió a raíz de que en noviembre del 2015 el presidente Juan Manuel Santos reportara el hallazgo del galeón San José. Al contrario, el autor había propuesto el libro años atrás y fue a raíz del anuncio del gobierno que la editorial le pidió terminar los borradores que tenía. ¿Qué le ofrece al lector? Cada uno de los 31 capítulos del libro está conectado con algún viaje en busca de información. Fue al Archivo General de Indias, en Sevilla, España, donde estuvo por primera vez en 2006, que contiene la documentación histórica para emprender el viaje mayor a los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, para entender cómo los conquistadores saquearon el Nuevo Mundo. Otros lugares claves en el libro son Portobelo, Panamá, donde fue cargado el San José por última vez, e incluye idas y vueltas al Caribe colombiano, sobre todo a Cartagena, Tierrabomba y las Islas del Rosario.

Otro nivel interesante es el documental, pues reconstruye las historias de los principales galeones de esa época, que sólo manejan investigadores especializados a los que el periodista entrevistó y confrontó con los libros de historia. En ese proceso surgieron personajes claves que van desde el naufrólogo italiano Claudio Bonifacio, pasando por legendarios cazatesoros norteatericanos, hasta el historiador náutico colombiano Daniel de Narváez, a cada uno de los cuales dedica algún capítulo. El resultado: 31 relatos de conspiraciones e intrigas vistas desde la propuesta estética de un cronista.

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Tesoro de los Quimbayas vs. Galeón San José

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Tesoro de los Quimbayas vs. Galeón San José, controversia del ministro de Educación de España

De acuerdo con la declaración del ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, Íñigo Méndez de Vigo, la petición del gobierno colombiano a España para que le devuelva el Tesoro de los Quimbayas, atendiendo una sentencia de la Corte Constitucional, estaría amarrada a los requerimientos que el país ibérico ha hecho a Colombia sobre el galeón San José, hundido en el mar del Caribe frente a Cartagena.

El gobierno español está a la espera de recibir una solicitud oficial de Colombia acerca de la devolución del Tesoro.

Méndez dijo que el gobierno español está a la espera de recibir una solicitud oficial de Colombia acerca de la devolución del Tesoro, advirtiendo que las relaciones entre los dos países son muy buenas, pero recordó que “en ocasiones hemos tenido alguna controversia como el galeón San José, donde también España tiene una posición y no siempre es atendida”.

Para los expertos en negociaciones diplomáticas, la declaración de Méndez es un adelanto de lo que será la controversia entre los dos países cuando se haga oficial la reclamación colombiana, como lo ordenó la Corte Constitucional. La lectura de los consultados es:

“Nosotros les devolvemos el Tesoro de los Quimbayas y ustedes nos dejan intervenir en el rescate de nuestro galeón San José”.

“En todo caso nosotros haremos lo que se hace siempre y más con los amigos que queremos y es que cuando nos llegue un requerimiento por parte del gobierno de Colombia lo estudiaremos con gran atención”, dijo Méndez al conocer la noticia de la Corte Constitucional de Colombia.

Por su parte, la canciller colombiana María Ángela Holguín ofreció ayer en Bogotá una rueda de prensa sobre el tema y dijo que no ha sido notificada del fallo de la Corte Constitucional y anunció que una vez lo sea analizará con su equipo las determinaciones y los caminos a seguir, lo que se hará en concordancia con el Ministerio de Cultura.

Le puede interesar: La providencia de la Corte Constitucional donde le pide al gobierno que solicite a España la repatriación del Tesoro de los Quimbayas es un triunfo de la Academia de Historia del Quindío

También dijo que no existe ninguna instancia internacional a la que el gobierno de Colombia pueda llevar el caso, para que se le obligue a España a devolver el Tesoro, y, por tanto, el tema pasa por una negociación entre los dos países. Esta tesis de la ministra ratifica el planteamiento de la controversia que ha surgido entre los dos países, en el sentido de negociar la devolución del Tesoro de los Quimbayas por la intervención de España en el rescate del Galeón San José.

Unesco pide protección para el Galeón San José

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Bokova (Unesco): Lo importante con el Galeón San José es su protección

La directora general de la Unesco, Irina Bokova, ha indicado hoy en Madrid que en el caso del Galeón San José, el buque español hallado en noviembre de 2015 frente a las costas colombianas, afirmó;

“lo más importante es proteger el patrimonio y no desarrollar una actividad comercial en los alrededores”.

La directora de la Unesco ha participado hoy en el Foro Nueva Economía, presentado por el ministro de Educación, Cultura y Deportes en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, y ha asegurado el Convenio sobre el Patrimonio Subacuático ratificado por España, pero no por Colombia, “sirve como base bastante sólida para una cooperación internacional en tales casos”.

El embajador de Colombia en España, Alberto Furmanski, presente en la conferencia, ha asegurado al respecto que “están estudiando” si ratificar el convenio y ha subrayado que está de acuerdo con la directora de la Unesco en que “hay que defender el patrimonio”.

El pecio del galeón español San José fue hallado el pasado 27 de noviembre en el fondo del mar Caribe cerca de Cartagena de Indias, donde se hundió en 1708 durante una batalla con corsarios ingleses.

Restos del Galeón San José
Restos del Galeón San José

El buque había partido unos días antes de Portobelo (Panamá) cargado con oro, plata y piedras preciosas procedentes de los antiguos virreinatos de la Nueva Granada y el Perú.

Desde el hallazgo, España ha reclamado la titularidad del galeón, ya que, aduce, la Unesco le ampara por tratarse de un “barco de Estado”, si bien ha expresado su voluntad de alcanzar un acuerdo “amistoso” con Colombia.

Bokova ha celebrado que haya un diálogo entre España y Colombia para solucionarlo porque la “Convención sirve para proteger, pero después es responsabilidad de los gobiernos de los países dialogar, para resolver esas cuestiones”.

En cuanto a la posibilidad de que la fiesta taurina sea considerada Patrimonio de la Humanidad, Bokova ha contestado que no le consta que haya “tal propuesta”.

“Me parece que hay algunos artículos en la prensa, pero España nunca ha hecho una propuesta”, ha asegurado.

Con respecto a los bienes considerados patrimonio de la humanidad ha indicado que “hay dos escuelas”, los que piensan que lo más importante es la inscripción” de un bien en la lista y los que creen que lo importante es la protección, entre los que ella se incluye.

“La inscripción es el principio de un viaje, donde lo más importante es conservarlo y protegerlo”, ha aseverado Bokova.

Via: EFE

Presidente Petro anunció intención de sacar el Galeón San José

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En entrevista con José Manuel Acevedo, el mandatario dijo que ha estado conversando con Roger Dooley, quien dijo haber encontrado el pecio en 2015.

El Galeón San José podría dejar de estar en el fondo del océano en algún lugar próximo a la bahía de Cartagena. El presidente Gustavo Petro anunció en entrevista exclusiva con José Manuel Acevedo que está interesado en extraer el tesoro del pecio más buscado por los arqueólogos y antropólogos expertos en la historia de los barcos.

El San José fue hundido aparentemente en medio de una batalla con una flota naval inglesa en 1708 cuando partía desde la bahía de Cartagena hacia España. Desde entonces la historia cuenta que su cargamento en oro y joyas de los indígenas de Perú y Colombia, podría ser uno de los más costosos que se conozca.

¿Cómo podría ser extraído el San José?

En 2015 el expresidente Juan Manuel Santos anunció que el Gobierno colombiano había dado con las coordenadas exactas del Galeón San José, de la mano de una empresa privada que estaría interesada en conformar una Alianza Público Privada para rescatar el tesoro, a cambio de quedarse con parte del cargamento. Maritime Archeology Consultants apareció junto al antropólogo Roger Dooley, quien dijo haber encontrado el lugar exacto del barco. El Ministerio de Cultura a cargo de Mariana Garcés comenzó el inicio de la APP que consideraba la construcción de un museo en Cartagena y el rescate del barco sin un solo centavo de inversión de recursos públicos.

La compañía con el dinero y la tecnología necesaria para hacer la extracción podría quedarse con hasta el 50% de lo que fuese considerado no patrimonio marítimo, de acuerdo con un consejo asesor experto integrado por representantes de varias universidades y estudiosos en el tema. El Gobierno no tendría que invertir ni 100 pesos.

Una de las características para la entrega de piezas al privado sería la repetición de algunas de ellas. Sin embargo, varios grupos de antropólogos y profesores universitarios se opusieron a que parte del tesoro le fuera entregado a un privado para su provecho y le pidieron al Gobierno frenar la APP. El Ministerio de Cultura reveló entonces fotografías en alta calidad que se lograron del pecio, en las que se puede apreciar parte de la vajilla del barco y algunos atisbos de lo que parecen piezas de oro.

¿Qué dijo Petro?

El presidente Gustavo Petro dijo que ha estado conversando con Roger Dooley porque es su interés extraer el tesoro del barco. “Dicen que era el barco más cargado de oro de la época. Y hemos estado conversando con Roger Dooley para ver si logran una propuesta. Yo quiero sacarlo”, dijo el jefe de Estado. Dooley ha estado en Palacio en algunas reuniones con el mandatario, como lo reveló La Silla Vacía.

Maritime Archeology Consultants ya había hecho una inversión de alrededor de 6 millones de dólares para la estructuración de la APP, en la que competiría con otros empresarios del mundo en condición de estructurador del proyecto, lo que le significaba una ventaja, además de poseer las coordenadas exactas. Si alguien superaba su propuesta, el Gobierno tendría que entregarle el proyecto a la mejor oferta. Pero eso en la práctica es impensable, con base en la inversión y el conocimiento del primer oferente.

El gobierno Duque sepultó la APP y no tomó ninguna decisión sobre la extracción del pecio, lo que dejó tranquilos a numerosos antropólogos que consideran que es mejor dejar el tesoro en el fondo del mar, a entregar parte del patrimonio a una compañía privada.

El Gobierno podría revivir la APP o buscar un negocio directo con Dooley y MAC para lograr la extracción del barco, que pondría a Colombia en los ojos del mundo. El camino para rescatar al San José, lo que sería una proeza en la historia del rescate de barcos hundidos, está por verse.

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Por: Noticiasrcn.com

El último combate del San José

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Después de combatir a boca de fuego durante más de hora y media contra el buque inglés HMS Expedition de 74 cañones, el San José -de 62 cañones- seguía presentando batalla mientras las sombras del anochecer cayeron sobre el mar cerca de Cartagena de Indias. En pleno combate, el San José estalló y de su entera tripulación de 600 hombres apenas se salvó media docena. Ante la preocupante noticia de que Colombia puede rescatar y poner a la venta el 80% del galeón que es también una tumba de guerra, recuperamos el relato de cómo fue el último combate del San José.

Publicado por Agustín Ramón Rodríguez González

El último combate del San José

El “San José”, como su gemelo y compañero hasta su fin, el “San Joaquín”, había visto contratada por la Corona su construcción en 1696, en el astillero de Usurbil, no lejos de San Sebastián, botándose y entregándose ambos buques dos años después, y siendo ambos destinados a custodiar las Flotas de Indias. Su armamento, más bien débil para la época y para su porte, era de 26 cañones de a 18 libras de bala, otros tantos de a 10 libras y ocho o diez de seis libras en cubierta, más pensado para enfrentarse a corsarios que a buques de línea enemigos.

Popa del San José, según plano del Archivo de Indias.Cortesía de D. Enrique García-Torralba
Popa del San José, según plano del Archivo de Indias.Cortesía de D. Enrique García-Torralba

Ambos buques fueron a Cádiz, y ante el estallido de la guerra de Sucesión Española, contribuyeron a la defensa del puerto y de la plaza ante el ataque y desembarco de la escuadra angloholandesa del almirante Rooke, distinguiéndose en la victoria el ya viejo marino D. José Fernández de Santillán, Caballero de la Orden de Alcántara, que recibió por sus servicios el condado de Casa-Alegre y el mando, que ya tenía, de la Flota de Tierra Firme.

En plena guerra, y ante el dominio del mar de las escuadras angloholandesas, el anual viaje de la Flota se fue retrasando, hasta que una relativa calma hizo que partiera en 1706, con los dos navíos mencionados, transcurriendo la travesía sin novedad, unidas ahora las de Nueva España y Tierra Firme para más seguridad. La vuelta fue más lenta, pues tenía que confluir en Panamá, en las ferias de Portobelo, con las mercancías traídas por la Flota del Mar del Sur, desde Callao, cargas que atravesaban el itsmo por tierra, celebrándose en el puerto citado la consabida feria.

Los ingleses no tardaron en saber del caso, y para interceptar aquel valioso convoy, enviaron al comodoro Charles Wager, al frente de una escuadrón compuesto de los navíos “Expedition”, insignia y de 74 cañones, “Kingston”, de 60 y el más pequeño “Portland”, de 50, así como la fragata “Severn”, de 44 y un brulote o embarcación incendiaria, el “Vulture”, de ocho cañones. Cabe señalar que el buque insignia inglés era mucho más potente que el español, pues su batería baja era de cañones de a 24 libras de bala, mucho más contundentes que las españolas de a 18.

Pero Wager no sabía si los españoles pensaban dirigirse a Cartagena de Indias o a La Habana, en su viaje de regreso a España y como escala previa, así que extremaron la vigilancia.

Aparte de problemas burocráticos y relacionados con las alteraciones de los precios en la feria por el ya tradicional contrabando, el jefe español se vió preocupado por el mal estado de sus barcos, haciendo el “San José” bastante agua, por lo que decidió recalar en Cartagena para su reparación, antes de abordar el largo y siempre difícil regreso.

Por fin salió la Flota de Portobelo, pero con pocos y malos vientos, que le obligaron a recalar ante las islas de Barú, cerca ya de Cartagena, en la atardecida del 8 de junio de 1708. Ninguno de los reiterados avisos que se les habían mandado sobre la presencia de la escuadra inglesa les pudo llegar.

Formaban la Flota española, lejos del número y poder de años muy anteriores, los dos navíos mencionados, siendo el “San José” la capitana o buque insignia y el “San Joaquín” el del segundo jefe, D. Miguel Agustín de Villanueva. Otro más, el “Almudena”, tuvo que quedarse en puerto por las averías, substituyéndole el buque de un naviero particular, el “Santa Cruz”, armado precariamente con 44 cañones, y la urca mercante “Concepción”, con solo 24 cañones. El resto eran unidades ligeras, los pataches de la época, no aptas para el combate entre buques mayores, y once mercantes, incapaces de una seria defensa.

El ataque británico no se hizo esperar, cambiando andanadas las dos agrupaciones y batiéndose el “Expedition” con el “San José” a menos de 60 metros durante más de hora y media, hasta que con la caída de las sombras, el buque español estalló al reventar su Santabárbara por una u otra razón, hundiéndose inmediatamente, de forma que de sus casi 600 tripulantes y pasajeros, apenas pudieron salvarse entre 5 y 11 personas, según las distintas relaciones de la época.

Ante aquel desastre, el resto de los ya muy inferiores buques españoles tuvieron que batirse en retirada, siendo apresado el mercante armado “Santa Cruz”, al mando de D. Nicolás de la Rosa, conde de Vega Florida, tras una más que heroica resistencia que duró hasta las cuatro de la madrugada, luchando solo contra tres enemigos, y perderse encallada la urca “Concepción”, al huir, si bien pudieron salvarse sus ocupantes y quemar el casco, para que no fuera apresado por el enemigo.

Por su parte, a la mañana siguiente, el “San Joaquín” reagrupó a los once mercantes, y tras desarbolar a uno de sus perseguidores y utilizando habilmente su conocimiento de los fondos costeros, lograron entrar en Cartagena con más o menos averías el primero e intactos los indefensos cargueros por los que se había sacrificado la escolta.

Los británicos quedaron bastante defraudados pese a su triunfo, pues el “San José” se hundió con toda su carga y el “San Joaquín” logró escapar, y era costumbre que el oro y la plata se embarcasen precisamente en los buques de guerra, para mayor seguridad y control, por lo que el botín en el “Santa Cruz”, único apresado, fue bien modesto para lo esperado.

Tal había sido su confianza en una victoria total, que el Almirantazgo separó del servicio a los capitanes de los dos navíos menores, Bridges y Windsor, por su floja actuación en el combate. Ascendió sin embargo a contralmirante a Wager, que empezó así una continua promoción que le llevaría a ser Primer Lord del Almirantazgo en los últimos años de su vida. Por cierto que ya había participado anteriormente en la toma de Gibraltar en esa misma guerra, en el gran combate de Vélez Málaga (donde resultó herido Blas de Lezo, aún guardiamarina) y en la toma de Barcelona, hasta entonces fiel a Felipe V.

Sir Charles Wager, en un retrato de época.
Sir Charles Wager, en un retrato de época.

Ese fue el combate que dio origen, presumiblemente, al hallazgo de estos días, en apretado resumen por la urgencia de la noticia, y utilizando como fuentes el clásico de Fernández Duro, “Armada Española”, tomo VI, páginas 89 y 90, y el libro de Pablo Emilio Pérez-Mallaina “Política Naval Española en el Atlántico, 1700-1715”, publicado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Sevilla, 1982, páginas 48 y 49, que además de partes oficiales y relaciones de época, incluye documentación del Archivo de Indias. Sin mencionar el trabajo de la gran investigadora Carla Rahn Phillips sobre los dos navíos españoles, y la biografía del almirante español por su heredero, ambos de reciente aparición.

Restos encontrados del Galeón San José
Restos encontrados del Galeón San José