Por: Francisco Muñoz

En la mañana del martes 20 de octubre en la W Radio, el doctor Camilo Gómez Alzate, director de la Agencia Nacional para la Defensa Jurídica del Estado -ANDJE, descalificó las revelaciones que realicé como Veedor Nacional del Patrimonio Cultural Sumergido de Colombia, publicadas el pasado domingo en este portal de periodismo valiente e independiente, relacionadas con la violación del contexto arqueológico del galeón San José, soportadas con imágenes, argumentos y referencias a testimonios calificados.

Pero el Director de la ANDJE, en vez de analizar lo denunciado por el Veedor, enfiló sus reacciones a descalificar los hechos y a desviar el foco del asunto de la atención del público. Afirmó, por ejemplo:

“…Ahí hay que tener en cuenta que por la profundidad en que se encuentra el hallazgo, no existe ninguna posibilidad siquiera cercana de que el ser humano llegue hasta allá…”

Ante lo anterior se le recuerda al doctor Gómez Alzate que el récord de mayor profundidad al que ha llegado el ser humano en el fondo del mar se realizó 23 de enero de 1960. Este récord está en cabeza de dos personajes llamados Don Walsh y el famoso explorador suizo Jacques Piccard, quienes descendieron 10.911 metros en la Fosa de las Marianas -que es el área más profunda de los océanos de la Tierra-. Este récord lo hicieron a bordo del submarino Trieste. Por lo anterior vemos que anda como un poco desactualizado el doctor Gómez.

En 1982 los señores de la empresa norteamericana Sea Search Armada -SSA, cumpliendo con todos los requisitos de ley exigidos en la legislación colombiana, exploraron y denunciaron el hallazgo del campo arqueológico del galeón San José, en aguas cercanas a Cartagena de Indias, precisamente en un submarino llamado Auguste Piccard, el cual fue construido por el mencionado explorador suizo Jacques Piccard, quien lo nombró en honor a su padre. Dicho submarino fue diseñado para alcanzar profundidades de hasta 750 metros.

Posteriormente, el doctor Gómez, quien recién llega a pontificar sobre asuntos de patrimonio cultural subacuático, luego de su exitoso paso como negociador de paz durante la infame época del Caguán, hace referencia en la mencionada entrevista radial a una exploración realizada en el año 1994 para “verificar el hallazgo del galeón San José”:

“…En cuanto al segundo punto de las coordenadas, desde el año 1994, 93 perdón, el gobierno del ex–presidente Cesar Gaviria, hizo una exploración con la compañía Columbus, en la cual pues se bajó al sitio donde Glocca Morra o Sea Search habían denunciado la existencia del galeón […] es decir, [donde] no se encontró nada.”

Sobre esta “exploración Columbus” vamos a enterar un poco al respecto al flamante defensor de la nación. Primero, esa “verificación” unilateral del hallazgo denunciado por la empresa SSA se realizó sin la participación del denunciante, que es quien realmente conoce la ubicación del contexto arqueológico. Segundo, las conclusiones a las que llegó dicha “exploración” no se encuentran en la sentencia de casación de 2007 que reconoció a favor de SSA el 50% de aquellos bienes que tengan “calidad de tesoros”.

Tercero, el famoso director de la empresa Columbus, el norteamericano Tommy Thompson, es un criminal convicto, cuya especialidad no es otra que la estafa y el engaño, y el cual se encuentra pagando una larga condena en una cárcel de Estados Unidos. Aquí la pregunta de fondo más bien sería esta: ¿Es que a juicio del autorizadísimo jurisconsulto Director de la ANDJE vale más el testimonio de un criminal convicto, al tomar sus argucias como prueba documental y pericial para contrariar, nada más y nada menos, que una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Colombia? Ubíquese bien Doctor Gómez, por favor…

El Espectador. Domingo 1 de febrero de 2015. P. 22
Alguacil de la U.S. Marshals, exhibe el cartel de “Se busca” de Thomas Thompson. Imagen AP.

El caza-tesoros Thomas Thompson, en prisión. Imagen AP..

Posteriormente, el Doctor Camilo Gómez, descalifica de manera infame, injustificada e irresponsable al Veedor nacional del patrimonio cultural sumergido de Colombia, diciendo que: “…el veedor parece más el veedor de Sea Search Armada”.

Al respecto, me permito contestarle al calumnioso funcionario que su perversa insinuación es absolutamente falsa y que con sus venenosas palabras me expone de manera criminal ante la opinión pública. Por lo tanto, lo conmino a que pruebe lo que solapadamente insinúa. De lo contrario, le exijo que se retracte inmediatamente ante la opinión pública por el mismo medio y con el mismo alcance con que lo hizo inicialmente.

Pero la intervención de lujo del neófito y ahora candidato a magistrado de la Corte Constitucional, ¡hágame el favor!, hace alusión al área del hallazgo del año 1982, diciendo:

“…para que los oyentes se imaginen el panorama: Sea Search Armada dijo que el tesoro estaba en un área mayor que el de la sabana de Bogotá…”

¿Qué pretende el burócrata con esta afirmación? ¿Confundir a la audiencia? El área de exploración en que se denunció el hallazgo por parte de la empresa SSA en 1982 es un área de mil kilómetros cuadrados, la cual es el espacio que se les concedió legalmente para explorar. La sabana de Bogotá tiene mucho más que el doble de esa extensión. No se comprende cuál es el propósito por el cual trae esto a colación el honorable Doctor, como si esa área hubiera sido determinada de forma arbitraria o ilegal por los propios norteamericanos.

Si la verdadera voluntad del Defensor Nacional del Estado se acercara a los deberes de su cargo, sabría que el hecho de haberse autorizado en 2015 a una empresa extranjera para explorar EN PORCIÓN DE LA MISMA ÁREA en la que se denunció el hallazgo de especies náufragas en 1982 (un hallazgo que cuenta desde 2007 con una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Colombia que concede a la firma Sea Search Armada el 50% de aquellos bienes que se extraigan de dicha área que tengan calidad de “tesoros”), y que el denuncio en 2015 sobre el vergonzoso “redescubrimiento” del mismo bien en la misma área eleva dicha INSEGURIDAD JURÍDICA sobre el patrimonio de los colombianos en un 45% adicional, es decir, eleva la mencionada INSEGURIDAD JURÍDICA sobre el patrimonio de los colombianos a un aberrante 95%.

Así que cuando este Veedor Nacional del Patrimonio Cultural de los colombianos, advierte, denuncia y difunde la trama criminal en redes sociales, publica un libro, acude ante los tribunales y medios de comunicación nacionales e internacionales, LO HACE ÚNICAMENTE CON LA INTENCIÓN DE EVITAR QUE SE DESAPAREZCA Y DILAPIDE EL PATRIMONIO DE LOS COLOMBIANOS.

Lo anterior, y mucho más es lo que debería estar haciendo la ANDJE, si tuviera al frente a un verdadero defensor de los intereses nacionales. No le corresponde a su Director fungir como el primer defensor de la APP de expolio del galeón San José, haciéndole el juego a la empresa de neopiratas y arqueogánsteres: Maritime Archaeological Consultants -MAC, pretendiendo desconocer o ignorar el hecho indiscutible y evidente de la violación del contexto arqueológico del pecio del galeón San José por parte de esa empresa de papel creada durante el gobierno Santos, como bien documentó este Veedor el pasado 19 de octubre de 2020 en El Expediente.

Pero no, sobre dicha violación arqueológica no dijo una palabra el eminente funcionario encargado de la DEFENSA JURÍDICA DEL ESTADO. Es claro que no quiere comprender la gravedad de la denuncia: ¡violaron el contexto arqueológico! ¡alteraron el lugar! ¡ya no es posible saber si allí había 100 o 99 elementos! Estos son los temas en que debe ocuparse el diligente Director de la ANDJE, ¿por qué no lo hace? Ahí radica el meollo asunto…

Por todas las anteriores consideraciones, señor Camilo Gómez, le exijo que resuelva de cara al país el tema de la real localización del contexto arqueológico de galeón San José, y su consecuente incremento de la inseguridad jurídica planteada. ¿Cuál es el problema de cotejar de cara al mundo, con peritos internacionales de reconocido prestigio, para determinar con transparencia la mencionada localización del contexto arqueológico de 1982 en relación con la de 2015? ¿A qué le teme? ¿A qué se conozca el área de ubicación de contexto arqueológico? Esto ya es tema de dominio público, pero como usted anda un poco desactualizado, le adjunto un mapa muy bien explicado.

Polígono amarillo (1.100 km2) concedido a Glocca Morra Company (Sea Search Armada), el punto amarillo indica la localización del hallazgo denunciado en 1982. En rojo los polígonos autorizados en 2015 (1.511 Km2), el punto rojo se supone representa el punto del hallazgo denunciado en 2015. En verde la zona en que se sobreponen los polígonos de 2015 sobre el de 1982. Imagen elaborada por la Veeduría Nacional de Patrimonio Cultural Sumergido de Colombia -VNPCS, utilizando el programa Google Earth.

Si usted sigue ocupando el cargo de “defensor jurídico de la nación”, no le huya entonces al reto de resolver de manera definitiva todos los pleitos y todas las componendas y chanchullos que se ciernen sobre el galeón San José un patrimonio cultural indivisible de todos los colombianos.

Los patrimonialistas, que somos todo el pueblo colombiano lo que queremos es una agencia pública científica dedicada a la exploración y preservación de todo nuestro patrimonio cultural sumergido. Si quiere luego le explico cómo funcionan, Doctor. Por lo pronto, lo reto a que cumpla con su deber y le exijo que deje de estigmatizar a una persona cuya voz y único interés consiste en defender el patrimonio cultural sumergido de la nación.